Cervecero o La Escuelita, cualquiera de los dos apodos sirve para Racing pero esta vez el que tiene que ver con lo académico le queda mucho mejor porque el equipo de Eduardo Espinel le ganó los dos enfrentamientos a Argentinos Juniors por Copa Sudamericana, quedó primero en el Grupo F y le dio una verdadera lección a su rival.

Los dirigidos por Pablo Guede llegaron al Estadio Centenario buscando ser protagonistas, con cuatro futbolistas que bien podían ser atacantes netos, pero los de Sayago les hicieron pagar muy caros sus errores y convirtieron en goles los errores del Bicho. Y eso que les perdonaron uno.

Cerca de la hora de partido, Dylan Nandín robó una pelota y se la cedió a Jonathan Urretaviscaya que la adelantó y no pudo definir ante el arquero Diego Rodríguez. La pelota le volvió a quedar al ex Cerro pero no se decidió entre asistencia y tiro al arco y definió mal.

Todos los goles estuvieron en la vertiginosa primera parte. A los 20 minutos Fernando Meza fue a marcar con su brazo derecho estirado y ahí impactó la pelota que quiso centrar Nandín. Quién si no, Tomás Verón Lupi, se hizo cargo del penal que previamente había confirmado el VAR y, aunque Rodríguez contuvo con sus pies el remate al medio, el argentino que escucha cuarteto y confía en su coaching deportivo tomó el rebote y abrió la cuenta que más tarde se estiró, sí, con otro error.

Sebastián Prieto recién había ingresado y Erik de los Santos lo durmió, le robó la pelota en salida y definió rápido ante la salida del arquero como pedía la jugada.

Cinco minutos después, a los 32, Prieto se redimió y luchó una pelota en el área de local que le quedó a Luciano Gondou y no falló para marcar el descuento.

Argentinos creció y encerró a Racing, Rodrigo Odriozola tapó varias aunque había dudado en la primera jugada del partido y, luego de que el Bicho se perdió un gol cantado apenas arrancó el complemento, Espinel hizo los cambios justos y ganó en contención.

El rival tuvo la pelota pero lejos del área y Racing está primero cerca de clasificar. Les queda mejor La Escuelita pero brinden, Cerveceros.