Redacción El País
Pasada la media hora del clásico entre Nacional y Peñarol por la Supercopa Uruguaya llegó la primera jugada polémica de la noche: luego de una largo intercambio con el VAR, el árbitro Javier Burgos sancionó penal para el tricolor por una mano de Rodrigo Pérez dentro del área.

La incidencia fue sobre los 33 minutos de juego y Nicolás López cambió penal por gol con un potente remate unos cuatro minutos después.

Llegó un centro pasado desde la derecha que conectó de cabeza Jeremía Recoba en el segundo palo, y la pelota rebotó en la mano del volante de Peñarol, Rodrigo Pérez.

Todos los jugadores tricolores que estaban dentro del área reclamaron enseguida, pero en una primera instancia el juez principal no sancionó penal.

Sin embargo, el juego demoró en reanudarse mientras Diego Dunajec y Santiago Motta revisaban la jugada en la cabina del VAR. Finalmente, llamaron a Burgos para que viera la incidencia por sí mismo.

El árbitro se acercó a la pantalla y después de varios segundos de intercambio con sus colegas desde el VAR, entendió que la mano fue suficiente para cobrar penal.

En jugadas como esta el árbitro mide la intención del futbolista que toca la pelota, la posición de la mano y si el impacto desvía la trayectoria del balón. La decisión siempre queda sujeta a la interpretación de los jueces, según esos factores.

Foto: Ignacio Sánchez

Este es el primer penal que le pitan a Nacional en un clásico frente a Peñarol desde el 15 de mayo de 2016. En aquel partido recordado por la patada de Guillermo Rodríguez a Sebastián Fernández y el posterior nucazo de Marcel Novick que determinó el empate final 2-2, el juez sancionó dos penales para el tricolor que Diego Polenta (hoy en el banco de suplentes) cambió por gol.