Redacción El País
El segundo clásico de verano por la Serie Río de la Plata, que terminó con triunfo de Nacional 2-0 sobre Peñarol, tuvo polémicas. Pese a que el tricolor festejó la victoria, protagonistas e hinchas se fueron molestos con el arbitraje.
La primera polémica
Lucas Sanabria se puso adelante de Franco González, lo presionó, se llevó la pelota y jugó con Gonzalo Carneiro. Este lo puso en carrera y cuando entró al área se dio la polémica de la noche clásica.El floridense, que dejó su lugar en el mediocampo para aparecer casi como un "9" en el área mirasol, quedó mano a mano con Maximiliano Olivera y en ese momento enganchó y cayó al piso.
Inmediatamente todos miraron al árbitro Javier Feres quien con sus manos hizo gestos de que no había interpretado infracción, desestimó la jugada y el juego continuó, sabiendo que el VAR lo podía revisar y cambiar la decisión.
La pelota siguió rodando y hubo una falta sobre Maximiliano Silvera que detuvo el juego. La particularidad es que cuando se frenó, Feres no fue avisado por sus compañeros de que recibe la situación ya que ellos tampoco entendieron que había penal.
Las imágenes, sobre todo en la repetición, muestran un golpe del capitán aurinegro sobre la pierna derecha del volante de 20 años que quedaba de cara a Guillermo de Amores para definir.
El hecho de que el juego siguiera sin la sanción de la infracción hizo explotar a Álvaro Recoba que primero se tomó la cabeza, después salió de la zona técnica, gesticuló y por último habló con el cuarto árbitro.
Desde la tribuna también llegó la reprobación ante lo sucedido y que podría haberle dado al tricolor la chance de anotar el 3-0 antes del cierre de la primera parte.
El segundo penal que reclama Nacional
En el complemento, Nacional pidió otro penal. Javier Méndez saltó con los brazos abiertos ante un remate, la pelota dio en su mano y Feres volvió a desestimar. El VAR nuevamente no lo llamó para revisar la jugada.
Otras incidencias
De todas maneras, esa no fue la única jugada en la que las decisiones del árbitro estuvieron en la mira porque hubo un par de situaciones más en las que hubo reclamos de un lado y del otro.
Cuando se jugaban pocos minutos de la primera parte en el Estadio Centenario, Diego Sosa tuvo un cruce con Mauricio Pereyra a quien le entró de forma dura, lo que llevó al reclamo de los jugadores y del cuerpo técnico tricolor.
Ya sobre el final de los primeros 45 minutos, otra situación que además de protestas generó un tumulto de jugadores. Ruben Bentancourt le cometió una infracción a Byron Castillo que no sancionó, el ecuatoriano se levantó y fue muy fuerte con las piernas hacia adelante sobre el delantero, lo que provocó la amarilla en el lateral.