La Policía paró a la horda de salvajes

| La violencia desatada por la "torcida" de Corinthians sobre el final derivó en la suspensión

River Plate venció a Corinthians 3-1 el pasado jueves en el partido de vuelta de octavos de final de la Copa Libertadores de América, con lo cual volvió a dejar a este rival fuera del torneo como en 2003, en un partido marcado por los incidentes.

El encuentro debió ser suspendida por falta de seguridad a los 83 minutos de juego, porque después del tercer gol de River, un hincha de Corinthians ingresó al campo para manifestar su molestia con el equipo, y tras ser retirado cientos de parciales, intentaron imitarlo rompiendo las barreras alambradas que dan al campo, lo cual motivó la dura represión de la Policía.

La Policía Militar se apostó sobre el portón que separan el campo de las tribunas, cuando los simpatizantes locales intentaban derribarlo. El portal fue finalmente violentado y la Policía debió debatirse en una batahola, a golpes de palos y puños, cuerpo a cuerpo, con numerosos hinchas, para evitar que saltaran al campo, donde permanecían los jugadores de uno y otro equipo.

Tras duros enfrentamientos, la Policía controló la situación, pero algunos fanáticos consiguieron entrar en la cancha y alcanzaron a los jugadores, entre ellos, al argentino Carlos Tévez, para reclamarles por la derrota. No se registró ninguna agresión a los futbolistas, sólo reprimendas verbales.

El desenlace accidentado duró casi 15 minutos hasta que la Policía Militar logró contener la avalancha de belicosos parciales, que tiraron todo tipo de objetos y pretendían llegar al campo.

Los jugadores de River reclamaron al juez chileno Carlos Chandía poner fin al partido y al final el colegiado como los visitantes debieron ser escoltados hasta la salida.

Seis simpatizantes y 20 policías resultaron heridos en los desmanes. La precisión fue brindada ayer por la Policía Militar de Brasil, que informó que 20 de sus hombres resultaron con golpes, heridas cortantes y otras lesiones "al intentar contener la furia" de los seguidores locales.

Horas antes la Policía había indicado que seis simpatizantes fueros asistidos en hospitales locales con diversas heridas, aunque no detalló las identidades ni el estado de los heridos.

"Evitamos una tragedia. Los hinchas reaccionaron con furia", explicó Botelho, encargado de las fuerzas policiales, sobre los disturbios que entrada la madrugada continuaron fuera del estadio, con actos de vandalismo en las calles de San Pablo.

Por su parte, el presidente de la Federación Paulista de Fútbol, Marco Polo del Nero, afirmó ayer por la mañana que "hay que acabar con las hinchadas organizadas" en el fútbol brasileño.

"Fue un momento triste del fútbol. Una vez más, los mismos salvajes de siempre causaron confusión. Fueron aquellos 300 de siempre y tenemos que terminar con ellos", en referencia a las hinchadas organizadas, dijo el dirigente a radio Jovem Pan.

Es importante destacar, que la reacción de la parcialidad del "Timao" fue contra su equipo. En ningún momento arremetieron ni con los parciales de River, unos 500, que se encontraron siempre fuertemente custodiados por la Policía. El técnico de River, fue claro al manifestar que "No era con nosotros, era con ellos mismos, por eso le expliqué al árbitro que no estaban dadas las garantías para continuar el partido", comentó Passarella.

Según trascendidos de la prensa brasileña, se esperan fuertes sanciones para el estadio Pacaembú, económicas para el Corinthians e inclusive se especula con alguna suspensión para competencias sudamericanas, por parte de la CSF.

El elogio fue más allá de los incidentes

Grandes títulos acerca del fútbol desplegado por River el jueves por la noche en su victoria y eliminación del Corinthians, relegaron a un segundo plano los incidentes generados a siete minutos del final del partido por los octavos de final de la Libertadores.

El diario deportivo Olé tituló: "Timaos en fuga", jugando con el apodo de Corinthians y unos volantes que se vieron en Brasil el día previo al partido en el cual aparecía la fotografía de la película Pollitos en fuga, vestidos con el equipo de River y parodiando con el mote de "gallinas" del equipo millonario. Posteriormente, Olé acota que "un River guapo y brillante fue claramente superior a Corinthians. Se recuperó de la desventaja y ganó muy bien".

Por su parte, el diario Clarín en su sección deportes tituló a página entera: "Corazón valiente". Además, Clarín dijo que "River ganó e hizo historia", ya que Corinthians jamás había perdido con un equipo extranjero en el Pacaembú.

En otro orden, el matutino La Nación, en grandes letras tituló: "A lo grande". "River consiguió en Brasil una heroica victoria".

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