Aterrizó en Uruguay y se fue directo al Estadio Campeón del Siglo. Después de nueve años en Europa, Jaime Báez no podía esperar más para cumplir su sueño de ser jugador de Peñarol. Y lo cumplió aquel 31 de julio en el que fue presentado.

El santalucense fue el tapado de Diego Aguirre, que lo tenía en una lista secreta desde incluso antes de retornar al banco mirasol. El DT insistió y persistió durante años hasta lograr su cometido. “Te quiero ver acá cuando explote el Campeón del Siglo por el gol de Jaime”, fue la frase que le dedicó la Fiera a Enrique Báez, padre del extremo, aquella tarde en la que se encontraron.

“Lo que más me entusiasmó es que Diego ya lo había llamado la otra vez cuando estuvo (en Peñarol), y este año también un par de veces. Después lo llamó Ignacio Ruglio”, reveló Enrique Báez, quien ponderó el rol clave de Aguirre para el arribo de su hijo a Uruguay. “No es lo mismo que te llame un gerente deportivo a que te llame el técnico”, añadió.

La profesía de Aguirre se cumplió el 15 de agosto cuando debutó en el Carbonero como titular frente a The Strongest por los octavos de final de la Copa Libertadores. ¿El resultado? Le ganaron 4-0 con un gol y una asistencia del atacante.

El miércoles por la noche Jaime fue la figura de la semifinal de Copa Libertadores ante Botafogo, y Enrique lo disfrutó desde la tribuna. “No me pierdo ni un partido pudiendo disfrutar de que esté acá”, contó.

“Lo acompañé y fue muy emocionante ver sus dos golazos. En cualquier aspecto de la vida, ver progresar a un hijo es algo bueno, es una felicidad total”, relató Báez visiblemente alegre.

Ya son 11 partidos, cuatro tantos y un pase gol en su campaña con el Mirasol. Dentro de sus estadísticas personales, se destaca su labor en Libertadores, donde promedia un gol cada 122 minutos disputados.

Foto: Estefanía Leal

Con 29 años, Báez está lejos de ser un inexperiente, pero es cierto que su pasaje previo por Juventud de Las Piedras y Defensor Sporting estuvo lejos de cobrar notoriedad. En el pedrense hizo su debut profesional y en el Tuerto estuvo a préstamo un semestre. La repercusión de su gran comienzo en Peñarol está a la vista a juzgar por la opinión pública, y también por aquellos que todavía residen en Santa Lucía.

“Tendría que andar con un camión de camisetas para darle a cada uno que me pide la de Jaime en Santa Lucía, ja”, bromeó Enrique por las solicitudes que suele recibir. Y luego aclaró: “Hay casos que se puede conseguir porque son para algún beneficio, pero a todos no se los puede complacer porque no salen baratas”.

Aunque ya no vive en Santa Lucía, el contacto de Jaime con su pueblo es permanente dado que mantiene el mismo grupo de amigos de su infancia.

“Él es muy perfil bajo, no le gusta mucho andar ‘figurateando‘. Tiene un grupo de amigos de cuatro o cinco muchachos que están siempre y él viene a visitarlos”, afirmó su padre.

Jaime llegó libre a Peñarol y tiene contrato vigente hasta junio de 2025. “Estábamos viviendo un momento muy agradable. En el fútbol también hay que pensar que la carrera es muy corta. Entonces ya hay que pensar en hacer una base”, señaló Enrique. De todas formas, dejó claro que su hijo está muy “contento” por disfrutar del día a día en el club de sus amores y en la actualidad tiene puesto el foco en la definición del Campeonato Uruguayo 2024, donde el aurinegro lidera el Torneo Clausura junto con Nacional, y está puntero en soledad en la Tabla Anual. Ahora Jaime, que por su personalidad suele estar a la sombra, quiere seguir protagonizando en Peñarol.