No había podido ser con Venezuela y tampoco con Paraguay. Pero la mira estaba puesta en el paso siguiente: poder convertir después de dos partidos y ganarle al Perú de Jorge Fossati. El propio técnico rival se había encargado de instalar la polémica con su queja por la presencia de Darwin Núñez después de la habilitación provisoria. Pero ni su presencia alcanzó para romper la sequía goleadora. El artiguense fue de los mejores del equipo, pero más por rendimiento individual que por generación colectiva.

Y al final Uruguay estiró su mala racha. Ya son tres partidos sin convertir entre todas las competencias y la misma cantidad sin ganar. La última celebración en los 90 minutos fue el 1 de julio en el triunfo 1-0 frente a Estados Unidos por la fase de grupos de la Copa América 2024, con la salvedad de que en el partido por el tercer y cuarto puesto se impuso 4-3 por penales ante Canadá.

Exceptuando la Copa América, los últimos goles de la Celeste habían sido en aquel amistoso de fecha FIFA disputado el 23 de junio que terminó con triunfo 3-1 ante Panamá a partir de los goles de Maximiliano Araújo, Darwin Núñez y Matías Viña, quien en la actualidad se encuentra en recuperación tras sufrir una grave lesión en su rodilla.

Con una línea de tres defensores, dos jugadores de buen pie en el mediocampo como Federico Valverde y Nicolás Fonseca más la participación de Giorgian De Arrascaeta como nexo con la ofensiva, se esperaba que Uruguay pudiera colocar una mayor cantidad de pelotas en el área rival para darle lugar a la definición de Darwin y el desequilibrio de Cristian “Kike”Olivera. El delantero del Liverpool logró destacar más allá de que no le llegaron muchas pelotas, pero el joven extremo tuvo un desempeño bajo que lo llevó a ser sustituido en el entretiempo.

Con el ingreso de Facundo Pellistri, la Celeste ganó profundidad, pero aun así faltó un pase de gol claro para el “9”, que debió ingeniárselas con contraataques veloces generados por su cuenta, un intento de pirueta, algún remate a distancia y un cabezazo en el primer tiempo.

Más allá de la tabla de posiciones, donde la Celeste atraviesa un buen pasar y permanece en la tercera ubicación, lo que preocupa en Uruguay es la falta de generación de peligro más allá de los nombres propios. El martes, cuando reciba a Ecuador, buscará revertir la imagen mostrada ayer.