Redacción El País
El partido entre Rosario Central y Peñarol en el estreno de ambos equipos en la Copa Libertadores 2024 dejó muchas cosas más allá de lo deportivo, por incidentes que se suscitaron antes, durante y posterior al juego.
A los disturbios entre los hinchas de ambas instituciones, la denuncia de los mirasoles por no dejarlos pasar a la tribuna a pesar de tener entrada y el insólito golpe que recibió Maximiliano Olivera luego de que un hincha le lanzara una piedra que pegó en su ojo, se dio a conocer la sanción al aurinegro.
Más allá de que al hincha del Canalla ya se lo identificó y se lo detuvo, así como también sufrió distintas prohibiciones entre las que está asistir a eventos deportivos por dos años, la Conmebol también informó la sanción al club mirasol.
A través de un documento informó que se impuso una multa de US$ 20.000 por "la infracción al artículo 12.2 literales b), c) y j) del Código Disciplinario". Los mismos indican "las sanciones disciplinarias previstas en el Artículo 6 del presente Código podrán imponerse a las Asociaciones Miembro y clubes, en supuestos de comportamientos incorrectos o inapropiados de sus aficionados entre los que se señalan: b. El lanzamiento de objetos; c. Encender bengalas, fuegos artificiales o cualquier otro tipo de objeto pirotécnico; j. En casos de agresión colectiva riña o tumulto".
Además, también se impuso una multa de US$ 5.000 "por la infracción al artículo 26 literal m) del Reglamento de Seguridad de la Conmebol" que indica la prohibición de "escalar estructuras e instalaciones no destinadas para su uso como barreras, rejas, muros, cornisas, postes de luz, plataformas de cámaras, árboles, mástiles de cualquier tipo y tejados".
Por último, también hubo una sanción personal a Ignacio Ruglio, presidente de Peñarol de otros US$ 5.000 por "la infracción al artículo 11.2 literales c) y f) del Código Disciplinario. El mismo expresa sanciones al "violar las pautas mínimas de lo que se ha de considerar como un comportamiento aceptable en el ámbito del deporte y del fútbol organizado" y "comportarse de manera tal, que el fútbol como deporte en general y la CONMEBOL en particular, pudieran verse desacreditados como consecuencia de ese comportamiento".