Redacción El País
En la noche del pasado miércoles 27 de noviembre en el Parque Viera y luego de un lánguido empate sin goles contra Danubio por la penúltima fecha del Torneo Clausura, Nacional quemó la bala que terminó dejándolo sin chances de ganar el Campeonato Uruguayo que coronó Peñarol el domingo en su Campeón del Siglo.
Ante la frustración de quedarse prácticamente sin título, los futbolistas tricolores fueron a increpar al árbitro Leodán González luego del silbatazo final, entre ellos Leandro Lozano, quien ingresó a la cancha vestido de particular (jeans azules y buzo negro; había quedado fuera de convocatoria por lesión) y por tal motivo fue sancionado con dos partidos de suspensión.
La Comisión Disciplinaria de Primera División lo castigó por dos motivos: "injurias" y "desobediencia". El futbolista entró directamente a recriminarle decisiones arbitrales al juez y estuvo en el medio del tumulto que además involucró a algunos jugadores de Danubio.
Cabe destacar que el jugador de los tricolores debería cumplir la sanción cuando vuelva a jugar por el Campeonato Uruguayo, ya sea en la próxima edición del 2025 o cuando él vuelva a disputarlo en el futuro.
El equipo de la curva de Maroñas ya tenía su cupo para la próxima Copa Sudamericana asegurado, motivo por el que algunos miembros de su plantel también fueron increpados por jugdores de Nacional, y después su parcialidad cuando se retiraron del campo de juego.
"Es normal el enojo, se estaban jugando el campeonato, todavía les queda una fecha pero es lógico que se salga toda esa bronca. Nosotros solo intentamos separar, que se calmaran los ánimos y se fueran todos tranquilos. Nosotros la otra vez nos comimos seis y nos fuimos calladitos la boca. Se gana, se pierde o se empata; nosotros solo quisimos calmar los ánimos", declaró el director técnico de Danubio, Alejandro Apud, una vez terminado el partido.