Si Nacional gana, golpea el timón y es cosa buena para sus hinchas, dicen las estadísticas. El experimentado analista español Míster Chip recogió un dato que da cuenta de que la performance victoriosa de anoche contra Libertad de Paraguay, en el estreno del equipo por la fase de grupos de la Copa Libertadores 2024, es de las que el Chino Álvaro Recoba debería dejar guardadas por un buen tiempo en el primer cajón de su mesa de luz.

De mantenerse la tendencia de ediciones anteriores, esos tres puntos le estarían dando un 93% de chances de clasificarse a los octavos de final. Y es que, en 14 de las últimas 15 veces que este club empezó el torneo derecho, terminó colándose entre los 16 mejores de América -a excepción de 2012, cuando pasaron Libertad y Vasco da Gama-.

Las buenas noticias no solo son históricas para los hinchas tricolores, sino que también redundan en un presente seguro en términos defensivos, con un Luis Mejía sobresaliente, Leandro Lozano volviendo a ganar confianza, Franco Romero como una firme opción cumplidora, Mateo Antoni asentado en Primera y Gabriel Báez que acompaña.

Nacional logró llegar a tres partidos consecutivos sin recibir goles (Progreso, Peñarol y Libertad), pese a que su defensa todavía no se recita de memoria. Era algo que no conseguía desde agosto de 2022 (Liverpool, Wanderers y Torque), cuando jugaba Luis Suárez y dirigía Pablo Repetto.

Foto: Darwin Borrelli.

Como se dice habitualmente en la jerga futbolera, para cualquier cuerpo técnico siempre es mejor corregir ganando (aunque muchos todavía tengan rispideces con el estilo de juego que propone Recoba).

Y si bien el Chino hace y deshace su oncena -como lo hizo en el clásico ensayando por primera vez con Antoni de lateral izquierdo-, en el arco encuentra una seguridad que, de a poco, comienza a parecerse a la que supo tener Sergio Rochet bajo los tres palos.

Al mismo tiempo, compensa la irregularidad que por momentos sufre un mediocampo que sigue en construcción, pero que ayer encontró en el triunvirato Lozano-Pereyra-Galeano a tres maravillosos exponentes.