Las dos primeras semanas del 2024 tuvieron al área deportiva de Nacional entre la espada y la pared en busca de ocupar una posición que hoy, a meses de aquella gestión, se encuentra superpoblada. El foco estaba puesto en encontrar un número “5” titular que sustituyera pronto a Yonatan Rodríguez, quien se había adueñado del puesto en los últimos dos años.
Pese al pedido expreso de Álvaro Recoba por retenerlo, desde el club entendieron que las condiciones planteadas por Cerrito fueron “muy altas” dada la “escasa” posibilidad de reventa que implicaba invertir por un jugador de 30 años.
Frente a esta situación, los tricolores avanzaron sobre otras consultas que tenían monitoreadas en el exterior e inicialmente apuntaron a dos carriles: la finalización del contrato de Bruno Zuculini en River y la inminente salida a préstamo de Rodrigo Fernández del Santos.
Ninguna de las dos operaciones prosperó. El argentino, en términos criollos, le “clavó el visto” a la propuesta de Nacional y cerró en pocos días su traspaso a Racing de Avellaneda mientras que lo del uruguayo fue aún peor: cambió de parecer a última hora, tiró por la borda la posibilidad y a las dos semanas arregló con Newell’s.
La solución finalmente apareció en casa. Había estado allí mismo, entrenando a muy pocos metros durante todo el 2023, en la Ciudad Deportiva Los Céspedes, donde se gestan gran parte de estas decisiones. ¿Su nombre? Lucas Sanabria.
Conocido por Recoba desde su época entrenando a las juveniles, le dio una gran lección a todos. Cuerpo técnico, área deportiva, compañeros e inclusive periodistas. Demostró que la edad es solo un número y que por ahora, salvo el día que tuvo un rendimiento bajo contra Progreso, es, con solo 20 años, una carta de garantía en la mitad de la cancha en todos los partidos.
Una tendinitis de rodilla que todavía lo aqueja pone en duda su presencia para el partido de mañana ante Deportivo Táchira por la tercera fecha de la Copa Libertadores, pero, así y todo, sigue siendo primera opción en la pizarra del técnico, según supo Ovación.
Óscar Javier Morales, un colaborador incansable en Los Céspedes, lo destacó por su “dinámica” y relacionó su costumbre de presionar a un atributo: su “energía”.
Sin embargo, también destacó la variedad de opciones que integran el plantel de Nacional y tienen chances de reemplazarlo. Empezando por Thiago Helguera, un chico que hace un mes cumplió los 18 años y es quien se perfila con más posibilidades de ocupar el doble “5” junto al argentino Alexis Castro.
“Es un volante mixto moderno, de buen manejo, buen pase, que por ahí no tiene la dinámica de algún otro, pero es un pibe y está mejorando. Recién arranca”, consideró.
En su análisis, el exmediocampista también incluyó a Christian Oliva, quien regresó al club tras las negociaciones frustradas por Zuculini y Fernández: “Es el ‘5’ tapón más natural. Está tratando de encontrar su mejor versión; falta que agarre minutos y confianza. También tiene buena pegada”.
Los halagos no excluyeron a Felipe Cairus, quien tuvo minutos en el Monumental y según Ojota, además de “buena dinámica”, tiene “zancadas largas” y pese a ser “posicional”, puede jugar al lado del “5”.
Por último está Francisco Ginella, quien fue titular por última vez en el clásico y este mes solo jugó 25’. “Le da juego al equipo, tiene llegada, buen manejo y no tanto quite”.
"Es lo bueno de tener un plantel competitivo, jerarquizado, (con jugadores) que compitan entre ellos y seamos protagonistas. No está bueno tener una sola oncena o 12 o 13 jugadores que perfectamente puedan jugar y, después, mirar para atrás y quedarte corto de opciones. Siempre está bueno que haya dos o tres jugadores por puesto", concluyó Morales.
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