"Tratar de asumir el golpe y salir con toda la fuerza posible para hacer un buen partido en casa, porque la gente nos va a acompañar y tenemos que darles una victoria”, dijo Diego Aguirre tras la aplastante derrota que sufrió Peñarol ante Botafogo en la semifinal de ida de la Copa Libertadores de América, y la vuelta en el Estadio Campeón del Siglo está cada vez más cerca.

Revertir un 0-5 es un objetivo utópico, pero las palabras del DT aurinegro dan a entender que su equipo saldrá con el cuchillo entre los dientes a intentar ganar el partido y cambiar la imagen que dejó en Rio.

Mucho de eso pasará por la actitud de los jugadores dentro del campo, pero ante la jerarquía más que demostrada del rival, otro mucho pasará por el planteo táctico del entrenador.

Teniendo en cuenta las cinco posibles bajas por precaución de Artur Jorge, Peñarol podría optar por un planteo más ofensivo que el de la ida. Así, el que pierde terreno en el 11 es Rodrigo Pérez en la contención y gana Sequeira por banda, en caso de que Cabrera no termine de recuperarse.

Para apenas poder soñar con la hazaña, Peñarol deberá buscar el arco de enfrente desde el primer minuto y plantarse en campo rival, aunque eso signifique exponerse atrás. Para ello necesita más ataque y menos marca.

Foto: EFE

Botafogo tiene un pie en la final de la Copa, pero antes un partido en el Campeón del Siglo que se prevé de alto voltaje, y tiene cinco jugadores comprometidos por acumulación de tarjetas amarillas.

Ellos son nada menos que Luiz Henrique (la gran figura del partido de ida), Igor Jesús, Alexander Barboza, Gregore y el arquero John Victor, quienes, todos a una amonestación de perderse la definición.