Cuando se dieron a conocer oficialmente las alineaciones, Jorge Bava empezó ganando en la noche del domingo. Su colega Darío Rodríguez apostó a una zaga central lenta y lo terminó pagando muy caro: derrota dolorosa que dejó al negriazul como único líder del Torneo Clausura y a tres puntos del aurinegro en la Tabla Anual.

El carbonero hizo todo mal. Desde el inicio del encuentro, el equipo no generó chances de gol y estaba lejos de crearlas. Sebastián Rodríguez estaba bien marcado y ninguno de sus compañeros supo tomar la iniciativa con el fútbol. Ninguno.

Y como por si eso fuera poco, la defensa se quedó y lo pagó muy caro. A los 26 minutos, Luciano Rodríguez le ganó por la derecha el primer duelo de la noche a Leo Coelho, quien se había mostrado muy seguro hasta ese momento, abrió la pelota hacia la derecha y el paraguayo Miguel Samudio sacó un gran centro al área que cabeceó muy bien y cruzado Thiago Vecino para anotar el 1-0.

Foto: F. Flores.

Baldazo de agua fría en el Estadio Campeón del Siglo, que anoche se vistió de fiesta con más de 32.000 espectadores en las tribunas para ver a un equipo que decepcionó.

Con la ventaja, el equipo de Jorge Bava controló el juego, manejó los tiempos del encuentro y empezó a encontrar espacios para contra.

Y tan malo fue el planteo de Darío Rodríguez, que el propio entrenador cambió la zaga en el entretiempo: sacó a Hernán Menosse y mandó a la cancha a Lucas Hernández para que pasara Maximiliano Olivera a ser el compañero de Leo Coelho.

Una de las defensas más lentas del Campeonato Uruguayo enfrentando a uno de los mejores ataques no podía tener un buen resultado. Y así fue.

Liverpool pudo golear y el responsable de que eso no sucediera fue Guillermo de Amores, quien tuvo varias intervenciones muy buenas.

El negriazul se conformó con el 1-0 y se llevó tres puntos de oro para quedar al frente en el Torneo Clausura y recortar la ventaja en la Tabla Anual con el carbonero, que complicó su temporada.

Los errores de Darío Rodríguez a la hora de plantear el partido, el muy mal rendimiento de los jugadores a la hora de generar fútbol y las fallas defensivas de la zaga a la hora de contrarrestar el juego rival condenaron al mirasol.

Peñarol falló en el partido que no tenía que fallar. Lo hizo en su casa y ante su gente. Hipotecó el Clausura y aunque sigue al frente en la Anual, tuvo el peor apronte para el clásico.

la figura

Pablo Siles

El volante de 26 años y de 1,75 metros se hizo gigante en la mitad de la cancha de Liverpool.

Primero se encargó de correrlos a todos, robar pelotas y cubrir espacios, pero luego fue clave también para empezar a generar el fútbol ofensivo de un equipo que jugó en gran nivel.