Las claves del Peñarol que ganó la Tabla Anual con una idea innegociable y la visión de Diego Aguirre

El aurinegro se impuso 5-1 frente a Progreso por la fecha 14 del Torneo Clausura y sacó una ventaja indescontable en la acumulada. Ahora aguarda por un traspié de Nacional frente a Danubio.

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Maxi Silvera, Facundo Batista y Lucas Hernández celebran uno de los goles de Peñarol frente a Progreso.
Maxi Silvera, Facundo Batista y Lucas Hernández celebran uno de los goles de Peñarol frente a Progreso.
Foto: Estefanía Leal.

Peñarol ganó la Tabla Anual de punta a punta. Lo de ayer solo fue una confirmación: venció 5-1 a Progreso y de esta manera se aseguró tener ventaja en una hipotética definición del Campeonato Uruguayo.

Lo hizo porque fue el más regular en este tramo. Primero con un Apertura histórico que ganó de manera invicta por primera vez en su historia. Luego con un Intermedio que lo puso a prueba por primera vez después de la derrota categórica ante Wanderers en el Viera, y también con aquella final perdida frente a Nacional que no lo desvió de su propio camino.

Jugó el Clausura con categoría y, a pesar de volver a caer en un clásico en el marco de la sexta fecha, se repuso con facilidad apilando ocho victorias al hilo que sentenciaron la acumulada.

Jamás renunció a la idea de ganar siempre desde la intensidad física. Y sabiendo que tiene un diferencial con Leo Fernández en cancha, entendió que para hacerlo brillar bastaba con rodearlo bien para que exhibiera todo su talento. Y vaya si lo hizo siendo la figura del Mirasol y hasta ahora el goleador con 15 tantos, aun cuando resta un partido.

En la función que fuera necesario, marcó la diferencia. La mayoría de las veces detrás de Silvera o por alguna de las bandas, y ayer como doble cinco acompañando a Pérez, el autor del primero ante el Gaucho a los 38’ con un remate cruzado desde adentro del área.

Hasta ese momento no había mostrado su mejor versión colectiva. Con el “8” jugando muy retrasado en cancha y sin poder hacer entrar en el andamiaje del equipo a Maxi Silvera, se había aproximado, pero no con la peligrosidad que solía hacerlo.

Por eso la hinchada de Peñarol, como si fuera una premonición, comenzó a cantar “es la hora de ganar” y en la jugada siguiente llegó el primer grito de la noche en el Estadio Centenario.

A dos del final, apareció la contundencia de Silvera, que en la primera que tuvo definió mordido, pero igualmente pudo celebrar su noveno gol en el año.

Alan Medina y Maximiliano Silvera celebran un gol en el partido entre Progreso y Peñarol.
Alan Medina y Maximiliano Silvera celebran un gol en el partido entre Progreso y Peñarol.
Foto: Estefanía Leal.

Ya en el complemento se dio el gusto de rotar y apeló al manual de la eficacia con dos ingresos de lujo que aportaron goles: Alan Medina primero y Facundo Batista por duplicado para sellar la goleada. El gol del honor fue de Bruno Hernández. Una vez más, dos jugadores que llegaron a mitad de año como parte del proyecto de largo plazo al que apunta Diego Aguirre, le terminan dando resultado.

Facundo Batista celebra uno de los goles anotados en el partido entre Progreso y Peñarol.
Facundo Batista celebra uno de los goles anotados en el partido entre Progreso y Peñarol.
Foto: Estefanía Leal.

Peñarol abrochó la Anual, y su hinchada ya pidió dar la vuelta “de la mano de Diego Aguirre”. ¿Lo cumplirá? Por lo pronto, aguarda un traspié de Nacional para ir por el Clausura en la última fecha.

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