Cuando un equipo se pone un objetivo y lo logra, la alegría se multiplica y esa alegría —con mesura— reina por estas horas en la concentración de la selección Sub 20 de Uruguay en Venezuela.

Es que luego del muy buen —y agónico— triunfo de ayer por 2 a 1 frente a Chile en el Estadio Metropolitano de Lara no hay mucho tiempo para celebrar ya que la Celeste volverá a salir a escena este lunes desde la hora 20:30 frente a Perú en la tercera jornada del Grupo A del Sudamericano.

Pero hay conclusiones que se pueden sacar a pesar de que el equipo de Fabián Coito apenas jugó un partido.

Una de ellas es la intención de la Celeste: tener la iniciativa, ser un equipo intenso y generar situaciones de peligro por todo el frente de ataque.

Foto: AFP.

Y en parte eso se logró en la primera mitad en la que Uruguay no solo comenzó pisando fuerte ya que abrió el marcador a los 7 minutos con un gol de Renzo Machado sino que también le generó mucho peligro al arco de Ignacio Sáez, quien tuvo muchísimo más trabajo que Kevin Martínez.

Un descuido en la retaguardia uruguaya le permitió a Chile empatar a los 17’ con un tanto de Emiliano Ramos en la única chance de peligro que La Roja generó en la primera parte, mientras que la Celeste dominó y llegó.

Con el fútbol de Thiago Helguera y Mauro Zalazar en la mitad de la cancha, con Bruno Calcagno y Joaquín Lavega bien abiertos por los costados, con la técnica de Gonzalo Petit y con la potencia de Renzo Machado, Uruguay dominó a un Chile que no podía llegar con claridad.

Foto: AFP.

De todas maneras, ese dominio no se podía traducir en el marcador y para eso, Fabián Coito apeló a los cambios y mandó primero a la cancha a Agustín Albarracín, quien fue el revulsivo celeste y terminó siendo figura.

Con velocidad, habilidad para encarar y buena pegada, el atacante surgido en Wanderers dejó su huella y como por si fuera poco, de un tiro libre suyo a los 95’ vino el gol en contra de Francisco Rossel que le dio la victoria a la Celeste.

Uruguay lo ganó por insistencia y dejó en claro que apela ser un equipo intenso. Si el físico aguanta y el nivel se prolonga por más tiempo en los partidos, el equipo de Fabián Coito puede ilusionarse sin problemas en el Sudamericano Sub 20.