Todavía sigue fresca en la memoria aquella conferencia de prensa en la que Martín Lasarte, después de dos o tres apariciones en las que le preguntaron una y otra vez por Gonzalo Petit, se terminó saliendo de su eje. “¿Otra vez me van a preguntar por esto?”, se lo escuchó decir, visiblemente molesto, para después soltar: “¿Quién? ¿Quiénes son de las mismas características?”, en un tono desafiante. La repregunta de un periodista, haciendo referencia a Diego Herazo y Federico Santander, recibió otra afirmación contundente de parte del entrenador de Nacional: “No, no son de las mismas características”.

Por primera vez, se lo vio a Lasarte -siempre tan servicial y frontal frente a las cámaras de la prensa- fruncir su ceño y desnudar su otra faceta, esa que tantas veces muestra cuando su equipo no traslada los planes del pizarrón al césped. Hasta entonces, cada una de sus frases parecían medidas y hasta estaban precedidas por un “yo creo”, “ojo, es lo que creo yo, eh”, siempre con ánimos de adjudicarse la responsabilidad por opinar. Pero ese día cambió.

Según especialistas en comunicación no verbal consultados, la acción de rascarse la nariz -que fue lo primero que atinó a hacer- denota incomodidad, estrés o insatisfacción y eso, precisamente, fue lo que expresó aquella noche. Pero, ¿con qué argumentos hay voces que todavía lo cuestionan por la importancia que le da a los juveniles?

Los números, a riesgo de ser fríos, refuerzan un as bajo la manga propio de una conducción que ninguno de los últimos 10 entrenadores del plantel principal de Nacional ha siquiera podido alcanzar. Esto se traduce en 21 partidos dirigidos desde su regreso, en la tercera fecha del Torneo Intermedio, y cuatro protagonistas juveniles que ya convirtieron 12 goles.

Estefania Leal/Archivo El Pais

La repartija tiene como protagonista a Gonzalo Petit, con cuatro festejos; le siguen Jeremía Recoba y Lucas Sanabria, que ya llevan tres cada uno; y más atrás está el Sapito Exequiel Mereles, que registra dos goles en la Primera División del club, algo que en la sumatoria representa un semestre histórico para Nacional en esta materia.

Desde hace unos buenos años que el club no consigue tamaña cantidad de anotaciones que tengan como fuente los pies de un juvenil. Para encontrar cifras similares hay que remontarse al último período de Gustavo Munúa como entrenador, que en 22 partidos dirigidos de marzo a octubre de 2020 tuvo, también, la generación de 12 goles procedentes de la cantera (cuatro de Santiago Rodríguez, cuatro de Thiago Vecino, dos de Pablo García, uno de Renzo Orihuela y otro de Santiago Cartagena). La diferencia es que Lasarte todavía da un partido de ventaja.

Llegó para iniciar la pretemporada de 2019 y duró apenas ocho partidos en el cargo. Si bien hubo jugadores entre 18 y 21 años que convirtieron en amistosos, solo dos lo hicieron en partidos oficiales durante su ciclo. Los distinguidos fueron Rodrigo Amaral y Brian Ocampo, con un gol cada uno.

Francisco Flores

Llegó para ser bombero y lo consiguió al gritar campeón uruguayo a fin de año. Seis de los goles que hizo su equipo hasta la tercera fecha del Intermedio fueron de juveniles. Desde entonces hasta el cierre del año hubo 11 festejos más, repartidos entre cinco protagonistas diferentes.

Foto: El País.

Dirigió al equipo principal durante 26 partidos, que tuvieron 10 aportes goleadores de la fábrica tricolor. Santiago Rodríguez hizo tres, Emiliano Martínez dos mientras que Brian Ocampo, Renzo Orihuela, Thiago Vecino, Alfonso Trezza y Mathías Laborda marcaron uno cada uno.

El período de tiempo en el que dirigió a Nacional (de abril a agosto de 2021) incluyó 24 encuentros que dan cuenta de cuatro goles anotados por parte de futbolistas jóvenes en ascenso, entre la gama de 18-21. La lista incluye dos goles de Alfonso Trezza y otros dos de Brian Ocampo.

Su primera experiencia al mando del plantel principal fue un interinato que duró cuatro compromisos. Luego, asumió otra vez y dirigió en 15 presentaciones. Su balance se resume en cuatro goles juveniles (dos de Santiago Ramírez, uno de Nicolás Marichal y otro de Mathías Laborda).

Fue el único DT desde 2019 que se extendió por toda la temporada y completó un total de 51 presencias. El resumen da cuenta de cuatro tantos de origen juvenil (cuatro por parte de Manuel Monzeglio y dos de Franco Fagúndez, con la salvedad de que este último anotó más tras cumplir 22).

Estefania Leal/Archivo El Pais

Es el otro entrenador argentino que dirigió a Nacional durante la actual gestión del oficialismo. A diferencia de Domínguez -que ganó dos partidos y empató cuatro-, ganó e igualó en tres. Ambos perdieron dos. No pudo conseguir que ningún jugador de 18 a 21 marcara un gol oficial.

Estefania Leal/Archivo El Pais

Su primera aventura en 2023 duró 10 partidos y cerró sin goles del tipo señalado. En 2024 formó carrera y llegó a 27 partidos oficales antes de ser despedido. El ciclo cerró con dos goles hechos por Jeremía, su hijo; mientras que Lucas Sanabria (que debutó con él) y Mateo Antoni aportaron uno.

Foto: Leonardo Mainé.

Es el entrenador con mejores registros juveniles de los últimos 10 que pasaron por el plantel de Primera División de Nacional. Dos de sus debutantes (Petit y Mereles) ya le respondieron con cuatro y dos goles respectivamente. En tanto, Jeremía Recoba y Lucas Sanabria hicieron tres y tres.