Lasarte: la "mentira" de que no pone a juveniles, cómo entrena el Diente López y las tareas curiosas de Polenta

“Yo no me creí perdedor cuando me tocó perder ni me creo ganador cuando me toca ganar”, reconoció el entrenador de Nacional a Ovación tras terminar los primeros dos clásicos del año con victoria.

Compartir esta noticia

Patricia abre la puerta y da la bienvenida. Martín acompaña, de entrada, invitando un café. No tiene suerte e insiste con un agua. Se prepara para hablar, pero antes llega el momento de las fotografías. A lo que se le pida accede y en casa de los Lasarte, al parecer, nada ha cambiado en mucho tiempo.

Ella sigue atendiendo sus trabajos como profesional y él, en una etapa diferente de su vida, todavía capta la atención envuelto en el mundo Nacional, ya en su tercer período como entrenador. La última vez, Ovación había ido hasta su cuadra casi que en modo espía a recavar los últimos detalles de su primera reunión con la nueva directiva. No había otra alternativa y fue en esa tarde que su mujer, con una media sonrisa dibujada en el rostro, aceptó las reglas del juego e ironizó: "Esta última semana nos parecimos (al programa) Intrusos".

La buena predisposición no deja de ser llamativa. La charla toca temas sensibles, como el acalorado cierre de año que tuvo en medio de unas elecciones que pusieron en duda su continuidad, pero también tiene lugar para las anécdotas y sucesos que le abren el baúl de los recuerdos.

"Antes yo me tapaba en mi auto, me ponía lentes de sol y bufanda. Y un día dije: '¿Qué estoy haciendo?'", dice riendo, inmediatamente después de que una persona pasara gritando por la ventana de su calle y lo reconociera.

A corazón abierto, Lasarte se sincera y reconoce que, así como antes no se sentía “perdedor”, ahora tampoco se cree “ganador”. Contó al detalle el compromiso de Diego Polenta en Nacional, evaluó al Diente Nicolás López como el “mejor de la pretemporada” y respondió a las críticas sobre el uso de los juveniles.

-¿Qué le dirías hoy al Martín que asumió en junio?

-Pah… Qué buena pregunta. Es un momento diferente. En junio, sinceramente, no tenía pensado que la oportunidad apareciera. Lo tomé como un desafío renovado, más allá de haberlo vivido en otras ocasiones. Tuvimos la posibilidad de generar un cuerpo de trabajo súper interesante, con tres compañeros nuevos, como Sebastián Flores, Mauricio Victorino y Esteban Conde; y el profe, Marcelo (Tulbovitz), con el que somos amigos y cambiamos el café del barcito una vez por semana a vernos todos los días para trabajar. No le diría nada (al Martín de junio); simplemente que en el fútbol son más las malas que las buenas, pero las buenas son tan lindas que a veces vale la pena esperarlas o pelear por ellas.

-¿Recordás un grupo tan unido como este último?

-Hay una realidad: no podemos dejar de verlo como una cuestión muy dolorosa. Nunca me había tocado vivir un momento como el que nos tocó vivir con la desaparición de Juan, pero también fue algo que en el recorrido nos generó una cuestión muy dura de unión. El vínculo con todo el grupo de futbolistas, funcionarios, algunos dirigentes y entrenadores fue y es muy fuerte.

-Hoy (por el día de la entrevista) hacen cinco meses del fallecimiento. ¿Qué pasó ese día en el vestuario en São Paulo? ¿Qué recordás?

-Primero, la sensación de extrañeza, de no recibir el famoso llamado que todos esperábamos: “Ta, llegó a la clínica. Reaccionó. Está todo bien”, que es lo que generalmente pasa. Ese mensaje no llegaba. Y los minutos pasaban y se transformó en una hora, en dos, y hubo que esperar. Algunos cuidábamos y le generábamos a otros un poquito más de expectativa, pero, evidentemente, teníamos miedo.

-¿Alguien habló en ese vestuario?

-No, porque los que llevamos muchos años en esto ya habíamos sufrido un desvanecimiento o que alguno se golpeara. Siempre era un ratito. Pero ese ratito se transformó en eterno...

Martín Lasarte, entrenador de Nacional, en entrevista con Ovación.
Martín Lasarte, entrenador de Nacional, en entrevista con Ovación.
Foto: Estefanía Leal.

-Polenta tomó varias decisiones ese día. ¿Fue capitán afuera de la cancha?

-Sí, y algún otro también. Pero no es nuevo. Si queremos definir al capitán con brazalete, es Diego. Le nace ser líder nato.

-¿Por qué cosas se preocupa que se desconocen?

-El estado de las canchas, que tengamos buenas pelotas para entrenar, la condición de algunos funcionarios, el alojamiento, el tema de la comida de algunos chicos jóvenes. Y puedo seguir...

-¿Fue una sugerencia o un pedido expreso de ustedes que se quedara?

-Como cuerpo técnico, fuimos muy específicos en plantear que nosotros queríamos su continuidad. Después, otras situaciones las veíamos, pero en su caso hicimos todo lo posible para que los directivos entendieran que su importancia no era un mero capricho.

-¿Cómo está hoy tu relación con Flavio Perchman?

-Bien. A nivel profesional, estamos trabajando bien. Lo otro es una cuestión privada, que en este recorrido sufrió algunos reveses que no son sencillos de solucionar, por lo menos en lo inmediato. El tiempo después dirá. Pero a nivel profesional estamos trabajando muy bien.

-¿Fue un papelón mediático aquello que se dio en la prensa entre ustedes? ¿Se solucionaba con una llamada?

-No lo sé. Tampoco quiero hacer mucho hincapié en esto. Es un tema privado.

-¿Te molestaba aquella crítica de que supuestamente no ganabas clásicos?

-No. Era una realidad. Yo no había tenido la oportunidad de ganar clásicos oficiales. Yo lo veo como una cuestión un poco irracional. En el fútbol todo tiene un tiempo: a veces ganás dos partidos seguidos en determinadas situaciones y te hace ganador de algo y, después, de repente la misma situación te hace perdedor. Yo no me creí perdedor cuando me tocó perder ni me creo ganador cuando me toca ganar.

Martín Lasarte, entrenador de Nacional, en entrevista con Ovación.
Martín Lasarte, entrenador de Nacional, en entrevista con Ovación.
Foto: Estefanía Leal.

-¿Quién es el nuevo Luis Suárez en Nacional?

-Es injusto. El nuevo Suárez es muy fuerte. No sé…

-O ese talentoso al que le proyectes carrera.

-¿Sabés qué pasa, Diego? Hay una visión parcial. Los mejores juveniles están jugando un Sudamericano; no están con nosotros. El único que no fue es Mereles, que quedó desafectado y, además, está lesionado. Después, otros chicos, que no están seleccionados, tienen buenas cualidades. Algunos quizás un poquito más aceleradas que otros, pero no se podría decir “son Suárez”.

-Muchos hinchas te reprocharon el año pasado que no hacías jugar a los juveniles.

-Eso es totalmente mentira. Si vos ponés a Mereles, Amaro, Petit, Arady... Y puedo seguir... ¿Cuántos querés sacar por año? No salen tantos. Sería fantástico poner todos los años a 10 y al otro año otros 10. No existe eso. Generacionalmente, hay dos o tres o a veces tenés la oportunidad de poner a algún otro. De hecho, yo miraba para otras tiendas y decía: “Los demás no ponen, nosotros ponemos y nos tildan de que no”. Es una cosa de locos. El relato, para mí, a veces no se ajusta.

-¿Seguís teniendo las famosas caminatas, como la que tuviste con Suárez en Los Céspedes o la vez que hablaste con Griezmann?

-Las tengo, pero son otros momentos y, posiblemente, puedan ser otras cabezas. Algunos están más cubiertos o más arropados por la familia. En el caso de Luis, lo notaba un poquito solo y con mucha gente alrededor demasiado rápido. Muy parecido al de Antoine Griezmann. Ahora no he detectado esa necesidad. Sí trasladarles y hacerles entender el momento que están viviendo, que es muy lindo los primeros días y a la primera de cambio les van a bajar el dedo. Es importante que el jugador encuentre un equilibrio entre su realidad y lo que está viviendo.

-¿Quién es el jugador que se queda más tiempo entrenando en Los Céspedes hoy?

-Hay mucha competencia lúdica en cosas para mejorar técnicamente, como el famoso juego de los dos toques, tirar de afuera del área o competir en tiros libres con alguno de los que tira bien. El semestre pasado, entendíamos que un chico muy cercano al 1.90, como Gonzalo Petit, tenía que tener un juego aéreo decisivo y no lo tenía. Él lo planteó y una o dos veces a la semana empezamos a hacer un trabajo técnico específico para él y otro físico para mejorarlo muscularmente.

Gonzalo Petit y Alexis Castro celebran uno de los tantos de Nacional frente a Danubio.
Gonzalo Petit festeja su primer gol en Nacional.
Foto: Leonardo Mainé.

-¿No sería positivo que la prensa pudiera ingresar a ver esos entrenamientos?

-A eso no lo ordené yo. Yo estuve tres períodos y nosotros entrenábamos con la gente mirando el entrenamiento. Ahora es como si fuera a cal y canto. No puede entrar ni Dios y no se puede ver nada. Uno sin querer se mete en esa bola. Yo no tengo ningún inconveniente.

-¿El Diente López se entrena bien?

-El mejor de la pretemporada fue él. No estoy haciendo alarde de nada. Preguntale a los compañeros y que te digan quién fue el futbolista que les llamó más la atención. En las tareas de resistencia un poquito más duras, dividimos el grupo entre los jugadores que les cuesta un poquito más, los más jóvenes y los que tienen las capacidades de resistencia como un valor agregado para que sea algo más homogéneo. Nico, en su grupo, siempre salió primero y en algún caso lo cambiamos. Nunca un “no puedo más”. Creo que ha hecho un juramento personal de entender que este, para él, tiene que ser su año. Tiene una obligación extra, quizás por cosas que han ocurrido, y me doy cuenta de que se está preocupando para que las cosas le salgan lo mejor posible.

-¿Qué te está pareciendo el mercado de pases de Nacional?

-En líneas generales, dentro de las necesidades que se plantearon, está bastante bien. Hay todavía alguna que me preocupa y no hemos podido resolver, pero soy optimista.

-¿Sufrís más de lo que disfrutás dirigiendo? A veces te mostrás muy exaltado.

-Es mi forma de toda la vida. Yo me quiero creer el papel de que los años me dan otra… Mentira. Hay días que puedo procesarlo mejor, pero otros en los que me consume la adrenalina, el querer jugar -que sería lo más lindo si pudiera, pero no va a ocurrir (risas)-.

Martín Lasarte, entrenador de Nacional.
Martín Lasarte, entrenador de Nacional.
Foto: Estefanía Leal.

-¿Esta va a ser tu última bala profesional?

-No sé sí profesional. Seguramente en Nacional, sí. Yo he sido un beneficiario de la vida en esto. Muy pocos colegas han tenido la oportunidad de estar tantas veces y tanto tiempo. Tengo esa oportunidad, la quiero aprovechar al máximo, pero no soy de aquellos que piensan que la vida es solo el fútbol. La vida tiene otras cosas mucho más importantes y hay una etapa en la que tenés que saber muy bien darles lugar.

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

Martín Lasarte

Te puede interesar

Enojo de Gustavo Salle en su llegada al Parlamento
0 seconds of 51 secondsVolume 90%
Press shift question mark to access a list of keyboard shortcuts
Próximo
Destrozos en Río Negro por la tormenta
01:18
00:00
00:51
00:51