por Mariana Malek

Según Google Maps entre La Paz (Canelones) y Portonovo (España) hay 9.834 km. Esa distancia es la que separa al futbolista uruguayo del Celta de Vigo, Lautaro De León, de la localidad en la que nació el 9 de febrero de 2001, de la que se fue con cuatro o cinco meses y a la que no regresó.

En 2001 la crisis empezó a afectar a Uruguay y la región y muchos orientales buscaron nuevos horizontes. La familia De León-Billar fue una de ellas.

“Yo era muy niño y la situación en Uruguay estaba un poco complicada, entonces mi familia decidió venirse para España, probar una vida nueva y una oportunidad de vida que no fuera tan complicada y al final, pues toda la familia nos vinimos para aquí”, contó el delantero de 22 años a Ovación.

Primero probaron suerte en Madrid pero a los meses se asentaron en Portonovo, una localidad sobre la ría de Pontevedra y a pocos kilómetros de esa ciudad de Galicia.

El acento delata a Lautaro, tras su partida nunca más volvió a Uruguay y la pandemia frustró los planes de reencontrarse con su país natal: “Lo intenté, pero el covid no lo permitió. Tarde o temprano volveré porque tengo muchas ganas de conocer aquello, que por lo que me dice siempre mi madre, que hablo bastante con ella, es muy, muy bonito y tengo ganas de volver y ver dónde nací”, confesó.

El amor por el fútbol se despertó muy temprano, según contó se “volvía loco” siempre que tuviera una pelota delante. “Con cuatro o cinco años empecé a jugar en un equipo que se llama el Portonovo, que es donde viví y jugué casi toda mi vida. Desde entonces empecé a aficionarme a la pelota, solo entrenar, solo fútbol, con los estudios, obviamente, y desde ahí seguí”, relató.

En el equipo de su pueblo jugaba con los más grandes y eso despertó el interés de Atlético de Madrid que lo llamó a probarse. “Entonces el Celta se ve que escuchó, me fue siguiendo y con 15 o 16 años empecé a ir a pruebas con ellos, torneos y entrenamientos. Les gusté, tuve una buena oportunidad allí y ese verano me ficharon para el primer año de juvenil”, detalló.

Hace pocas semanas, el jugador que hoy es pieza clave en el Celta B -que milita en Primera RFEF-, pero también alternó en el primer equipo, renovó su contrato con el equipo hasta 2027 como una de las promesas de los célticos.

“En la temporada de 2020-2021 estuve con el plantel de Primera tres o cuatro meses, intentando aprovechar y disfrutar la oportunidad. Llegué a debutar, jugué en Copa del Rey y la verdad que la experiencia de estar con ellos ahí arriba en Primera es una sensación increíble, que todos los niños sueñan”, sostuvo.

Sobre su deseo de asentarse en Primera División, aseguró: “Estoy tranquilo porque soy bastante joven y son unos años importantes donde tienes que demostrar que puedes y quieres llegar a Primera División. Estoy intentando hacerlo lo mejor posible para poder saltar a un club de Primera o Segunda, y si es el Celta mucho mejor, que al final es el club que me dio la oportunidad.

Foto: Cortesía

La elección del equipo en Uruguay estuvo reñida, mientras algunos querían que conociera la pasión tricolor, otros apuntaban al fanatismo por el aurinegro.

“En mi familia hubo controversia con Nacional, Peñarol y tal. Al final me inculcaron un poco los valores de Peñarol y la verdad que sigo un poco, cómo puedo, a todos. Últimamente estoy siguiendo a Cerro Largo, que hay un amigo mío -Brian Ferrares-, que el año pasado estuvo conmigo en Celta. Pero como hincha, soy de Peñarol”, confesó. El delantero está pendiente de los resultados del fútbol uruguayo.

De León, o Lauti como dice su camiseta, ya viste una celeste, pero sueña con lucir la de la selección de Uruguay. “Siempre fue mi sueño desde pequeño, desde que mis padres me enseñaron lo que era una pelota, dije que quería jugar en la selección uruguaya y estoy intentando hacerlo bien para algún día poder cumplir ese sueño”, reveló.

En la Celeste tiene espejos en los que mirarse como delantero y tiene sus ídolos: Luis Suárezy Diego Forlán, responde sin dudarlo.

“Digo los fáciles, ¿no? Forlán lo seguía mucho de chico, cuando estuvo en Villarreal y el Atlético. Fue prácticamente el primer jugador que seguí de pequeño. Y ahora Luis, la verdad que con la trayectoria y con lo que representa la selección, pues normal que sea mi ídolo”, explicó.

Sobre Lucho, agregó: “Me gustaría representar como él representa a Uruguay, cómo defendió la camiseta y cómo la defiende, ojalá algún día pueda llegar su nivel, respetándolo siempre, claro”.

Asimismo el delantero reconoció que alguna vez fue sondeado por la selección española: “Yo tengo que mirar por mi futuro y la que me llame yo iré encantado”, sostuvo.