Liber Quiñones: por qué se cansó del fútbol profesional, jugar con kilos de más y la sorpresa que halló en OFI

El exjugador de Racing contó cuando lo quisieron fichar Nacional y Peñarol, sobre la vez que le tocó marcar a Roberto Carlos y el gran aprendizaje que le dieron sus compañeros del fútbol del interior.

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Liber Quiñones.
Liber Quiñones.
Foto: Ignacio Sánchez.

Jugó en Segunda División, hizo historia al disputar la primera Copa Libertadores de Racing en 2010, enfrentó a campeones del mundo como Ronaldo y Roberto Carlos y quedó inmortalizado al convertirse en el máximo goleador en la historia del club de Sayago. Liber Quiñones (39) dejó el fútbol profesional para sumergirse en la Organización del Fútbol del Interior (OFI) donde halló oro: “No tener problema con los pagos, no pelearte porque falta esto o lo otro”.

En 2023, con Cerro, Quiñones se retiró y le llegó la chance de ir a jugar al interior por que un amigo lo invitó hacer historia en un club.

“Me dijeron de ir a Boca de Melo que iba por el quinquenio; era la primera vez en la historia del fútbol de esa ciudad que se podía lograr”, le confesó el exfutbolista de Escuelita de Sayago a Ovación.

“Fue lo primero que me convenció: ganar y quedar en la historia de un club porque eso es lo más lindo que a uno le puede suceder, sea profesional o del interior”, argumentó.

Con esa meta partió, aunque no lo hizo gratis. “Me pagaban bien, iba a entrenar menos días y estaba más tiempo con mi familia, algo que buscaba conseguir en la última etapa de mi carrera”, apuntó.

La historia terminó de la mejor forma: logró el quinquenio con Boca de Melo. A su vez, Quiñones se dio cuenta de que se sentía muy bien porque solo debía preocuparse de entrenar y jugar al fútbol.

El otro mundo que encontró Liber Quiñones

Liber Quiñones con la camiseta de Racing.
Liber Quiñones con la camiseta de Racing.
Foto: Archivo El País.

Fue “hermoso” para Quiñones porque dejó atrás la etapa de enfrentarse con los directivos de los clubes profesionales por atrasos en los salarios u otros ítems.

“En el fútbol uruguayo profesional cuando sos grande tenés que andar peleándote por todo. Luego llegás a tu casa con problemas y te desgasta. Eso en el fútbol del interior no se ve porque son muy buena gente”, afirmó Quiñones.

Tanto le gustó esa experiencia que pasó a la Institución Atlética Río Negro de San José. Disputó la última Copa OFI y fue eliminado por el equipo que sería campeón: el Porongos de Gonzalo “Chory” Castro y Diego Godín.

Quiñones continuó con los elogios a los clubes del interior. “En los equipos que estuve en OFI nunca me faltó nada. No tuve que pedir nada, todo lo que se habló me lo dieron a tiempo”, contó.

“En el fútbol profesional hay familias que dependen de ese ingreso. Por ejemplo: si no les pagan por tres meses, si no tienen agua en la casa y otras cosas. En el fútbol del interior, por lo que me ha tocado, los jugadores no dependen del dinero de esta actividad porque tienen otro trabajo; lo hacen porque el fútbol es la pasión del uruguayo”, añadió.

El atacante comentó que llegó a sentirse un “poco agobiado” por lo que transitó en el final de su carrera en el fútbol profesional. A su vez, en el fútbol del interior recibió un gran aprendizaje de sus compañeros del Boca de Melo y del cebrita maragato por el esfuerzo que hacían para estar presentes en el campo de juego.

“Mis compañeros venían a entrenar después de trabajar ocho horas y lo hacían con una alegría bárbara, hasta con más ganas que en el fútbol profesional. Por eso les decía que me estaban enseñando a mí en vez de yo a ellos”, sostuvo.

La realidad de Liber Quiñones

Liber Quiñones con Racing.
Liber Quiñones con Racing.
Foto: Archivo El País.

Quiñones es una institución dentro de Racing. Hizo formativas en la Escuelita de Sayago, ascendió, fue goleador Uruguayo con esa camiseta (2008-2009) y se volvió el mayor anotador del club.

Además, tuvo una dilatada carrera donde pudo jugar en el exterior, aunque no logró “salvarse” económicamente. Sí le alcanzó para comprarse la casa.

Por todo esto, el exfutbolista reveló que vive “el día a día” y todavía necesita trabajar.

En 2020, el último año en el que defendió la casaca de la Escuelita de Sayago, Quiñones mantuvo una charla importante con el argentino Fernando Cavenaghi —accionista de la Sociedad Anónima Deportiva (SAD) que dirige al club—.

“Fernando me dijo: ‘Liber, cuando quieras venir a trabajar a Racing, vení y le buscamos la vuelta’”, recordó Quiñones. “Entonces a mitad del año pasado lo llamé a Cavenaghi y arranqué haciendo trabajos de definición con los delanteros”, agregó.

Actualmente, Liber Quiñones se desempeña como asistente del director técnico de la Sub 17 de Racing y junto a su actividad en el fútbol del interior es que puede sobrellevar de la mejor forma su día a día, con el que está feliz.

La necesidad de jugar con algún kilo de más

Liber Quiñones celebra un gol con Racing.
Liber Quiñones celebra un gol con Racing.
Foto: Archivo El País.

A Liber Quiñones se lo vio en los últimos años de su carrera profesional con algunos kilos de más, aunque el jugador remarcó estar bien así. “Me sentía bien jugando de esa forma. Siempre estuve a la orden y gracias a Dios nunca tuve una lesión grave”, marcó.

Recordó una situación que vivió con un director técnico que le exigió que bajara de peso para poder jugar en Racing. “En esa oportunidad bajé de peso a pedido del entrenador y no me sentí como siempre. Porque iba a chocar y me caía; vivía más en el piso que jugando. Después volví a subir un poco más de peso”, remarcó.

Actualmente, el exdelantero trabaja en las formativas de la Escuelita de Sayago y comentó que “ni loco” se pone como ejemplo frente a los jóvenes valores del club con respecto al tema del peso. “Ahí está el departamento médico y los preparadores físicos que están para eso, porque cuando jugué era otro fútbol. Ahora, es mucho más físico y los futbolistas tienen que ser unos toros”, cerró Quiñones.

Cuando debió marcar a Roberto Carlos en Copa

La campaña 2008-2009 fue inolvidable para Liber Quiñones: salió máximo goleador del Uruguayo y en el siguiente período de pases Nacional y Peñarol pusieron sus ojos en el atacante. “Fueron unos sondeos”, aseveró el exfutbolista de la Escuelita de Sayago.

Finalmente, se quedó en el club que lo formó para hacer historia: disputar la primera Copa Libertadores de la institución. Dejó en el camino al Junior de Barranquilla en la primera fase del certamen para acceder a la fase de grupos, donde se enfrentó al Corinthians de los campeones del mundo como Ronaldo y Roberto Carlos. Esos choques ante el conjunto paulista Quiñones jugó en un puesto poco habitual para él: el de volante. Esto por pedido del entrenador de turno, Juan Verzeri —actual asistente de Diego Aguirre en Peñarol—.

“Roberto Carlos me decía que estaba viejo, que no subía y lo hizo más que nadie”, contó con una sonrisa. “Un tipo sencillo con el que no tuve problema; solo alguna patada que me pegó y que yo le di”, señaló. “Un señor. Por algo hizo esa carrera y al final me logré traer su camiseta”, concluyó.

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