No es fácil robarle una sonrisa a José Luis Palma. Mucho menos un grito de euforia. Pero ayer el equipo al que preside lo logró: cuando Liverpool puso el 2-0 a través de Gonzalo Nápoli (46’), el titular negriazul dejó soltar su alegría en una tarde de esas a los que a los hinchas de equipos menores le quedan guardadas en la memoria para siempre. Es que Liverpool fue ampliamente superior a Nacional, lo goleó 3-0 y bien pudo hacerle más goles.
Liverpool ganó con la identidad de su técnico, Jorge Bava, al punto que los tricolores prácticamente no estuvieron nunca en partido. Ni al principio, ni con los cambios para el segundo tiempo, ni con las variantes en el transcurso del complemento, algunas de ellas que no se entendieron por parte del técnico Álvaro Gutiérrez, que fue sincero y autocrítico en la breve conferencia post partido en Belvedere: “No estuvimos nunca en partido, salvo los primeros 10 hasta el gol de ellos. Después se terminó el encuentro”.
Liverpool se puso en ventaja a los 8’ con el gol de Ruben Bentancourt tras una floja intervención de Sergio Rochet y con una previa incursión de Gastón Martirena por derecha.
Las subidas del lateral de la Cuchilla fueron un problema constante para la defensa de Nacional. También el inicio de las jugadas desde el fondo, cuando Lucas Lemos salía con la pelota colocándose como defensa central y Liverpool siempre lograba superioridad para salir elegante, elaborando jugadas de gol en pocos toques y con elegancia.
Elegante fue el tercer tanto de Liverpool, el que sentenció al juego cuando todavía quedaba media hora por delante. Después de 19 toques, y con una pasividad total de Nacional, Martirena levantó el centro rastrero, Luciano Rodríguez la dejó pasar y Bentancourt fue Matador en la definición. Sí, así como el apodo de Edinson Cavani, con quien tanto comparan desde chiquito.
Capítulo aparte para lo que jugó la mitad de la cancha de los negriazules, con una estupenda actuación de Marcelo Meli, dándole claridad al juego y asociándose siempre con los delanteros de forma certera. Lemos y Nápoli no se quedaron atrás. Si Luciano Rodríguez hubiera estado más fino en la definición, seguramente la goleada hubiera sido aún mayor. Poco le importó a los hinchas, a Bava, a Palma. Todos sacaron pecho ayer por cómo triunfó Liverpool.
Nacional desaprovechó la chance de pasar a Peñarol en la Anual pero debe dar vuelta rápido la página: el miércoles se juega todo en la Libertadores.