Lo que dejó el debut de Peñarol en el Clausura: mal planteo inicial y una difícil tarea para Darío Rodríguez

El aurinegro empató 1-1 con Cerro y arrancó el segundo semestre con el pie izquierdo. El equipo regaló un tiempo y corrigió en el complemento, pero no le alcanzó.

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Matías Arezo, Leo Coelho, Matías Aguirregaray y Maximiliano Olivera.
Matías Arezo, Leo Coelho, Matías Aguirregaray y Maximiliano Olivera.
Foto: Leonardo Mainé.

Inesperado. Más allá del resultado, por las formas. Peñarol arrancó el Torneo Clausura con mal pie. Empató con Cerro y dejó en claro que Darío Rodríguez tendrá mucho trabajo durante esta semana.

Ayer quedó la sensación que el entrenador falló en el planteo inicial. Puso tres volantes de manera innecesaria y se olvidó de jugar por las bandas. En el primer tiempo prácticamente no pateó al arco y encima se fue al descanso en desventaja por un error de Rodrigo Saravia que terminó en el gol albiceleste. Nahuel Acosta, uno de los puntos altos de la tarde, encaró hacia el área y, tras una serie de rebotes, la pelota le quedó servida a Dylan Nandín para poner el 1-0 (13’).

Darío vio lo mismo que todos en el estadio y para el complemento sacó un volante y agregó a Valentín Rodríguez para hacer la banda izquierda, sector por el que casi no había inquietado en los primeros 45’.

El equipo se paró mejor, pasó de 4-3-3 a 4-4-2 y rápidamente llegó al empate (51’). Abel Hernández aprovechó un error en la salida de Darío Denis e igualó las acciones. Parecía que Peñarol se lo llevaba puesto, pero le costó pisar con claridad el área rival y mucho más cuando la Joya dejó la cancha algo sentido.

Sebastián Rodríguez y Abel Hernández festejan el gol de Peñarol frente a Cerro.
Sebastián Rodríguez y Abel Hernández festejan el gol de Peñarol frente a Cerro.
Foto: Leonardo Mainé.

El Vasquito Aguirregaray, con potencia y muchísima actitud, sacó la cara por el equipo y contagió al resto. Sebastián Rodríguez apareció con chispazos de su habitual talento y Matías Arezo colaboró con algunas corridas. Pero todo quedó en eso: en las ganas. Cerro se plantó bien e incluso tuvo dos chances claras para llevarse la victoria.

Peñarol perdió dos puntos en el arranque del Clausura y le dio vida a Nacional y Liverpool, que se enfrentan entre sí y hoy se le pueden acercar en la Anual (a tres y dos puntos respectivamente).

Al margen de lo que ocurra en Belvedere, el aurinegro tiene que tomar el compromiso de ayer como un llamado de atención. Difícilmente tenga algún partido en el fútbol local donde deba pararse con tres volantes y tampoco puede dejar de insistir con el juego por las bandas cuando tiene a dos de los goleadores del Uruguayo que necesitan estar metidos adentro del área (la Joya llegó a 11 gritos y superó por uno a Arezo).

Tarea brava para Darío. En unos días completará el plantel con las llegadas de los últimos refuerzos. La mayoría de sus suplentes serían titulares en otros equipos. Deberá jugársela por los rendimientos y no por los nombres. Su gran desafío será administrar los egos en un plantel extenso en cantidad y calidad. Le quedan 14 finales.

Darío Rodríguez, DT de Peñarol, en el partido ante Cerro disputado en el Estadio Centenario.
Darío Rodríguez, DT de Peñarol, en el partido ante Cerro disputado en el Estadio Centenario.
Foto: Leonardo Mainé.

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