Son días caóticos para Peñaroly su presidente,Ignacio Ruglio. El último eslabón de su columna vertebral, Pablo Bengoechea, caminó por la cornisa el pasado lunes, luego de que siete dirigentes se pronunciaran en contra de su continuidad y dejaran de manifiesto su intención de ir hasta las últimas consecuencias institucionales para rever el artículo del estatuto que, dice el oficialismo, necesita de un apoyo más para darle luz verde a su salida.
El atenuante fue la salida del entrenador Alfredo Arias el pasado domingo. Desde la oposición comparten esa decisión, aunque entienden que se dio “demasiado tarde”.
El descontento hoy se traslada al plano de los hinchas, y eso lo sabe el presidente Ruglio, quien ha elegido callar desde el último viernes -previo a que se desatara el caos en Peñarol- cuando,por medio de un estado de WhatsApp, apuntó contra los jueces por su actuación en el partido entre Nacional y Deportivo Maldonado.
Acostumbrado a dar explicaciones públicas, el mandatario optó ahora por mostrar un perfil silencioso y evadirle a las cámaras que lo esperaron a las afueras del Palacio Peñarol hace dos días. ¿Cómo? Retirándose por una calle lateral.
La parte opositora de la directiva tuvo la oportunidad de escucharlo el lunes, durante la reunión del Consejo, aunque el grado de disconformidad se mantuvo en los niveles ya conocidos. La principal molestia se debe al “desacierto” que tuvo su director deportivo (Bengoechea) en la “mayoría de las contrataciones” así como también al “vergonzoso” desempeño del equipo en la Copa Sudamericana, señaló uno de los dirigentes consultados por Ovación.
El día después a consagrarse campeón del Torneo Apertura
Desde el pasado 9 de mayo, día posterior a quePeñarol le ganara 2-0 a Racing en el Estadio Centenario y se quedara con el título del Torneo Apertura abajo del brazo a falta de una fecha, el equipo entró en caída libre.
Fue primero un frío empate 1-1 con Wanderers lo que le permitió pasar raya y cerrar el certamen festejando en el Campeón del Siglo, con su gente, un campeonato que provisoriamente borró cualquier falencia defensiva que se pudiera haber generado en la cabeza del entonces entrenador, Alfredo Arias, inmediatamente después de ese partido.
La primera alarma se prendió en la presentación siguiente. Con mucho ensayo y poco margen de error, Peñarol no dio la talla en Colombia al enfrentarse a Millonariosy regresó a Montevideo con una lluvia de goles en contra y un pie y medio afuera de la Copa Sudamericana.
Otra vez, Arias tenía la oportunidad de corregir en el campeonato local, que hasta entonces era su caballito de batalla. El azar le puso por delante a La Luz, que fue inteligente y usó los tiempos del reloj a su favor.
A diferencia de la primera vez que se vieron las caras, donde Peñarol ganó el partido en el último minuto, esta vez fue su rival el que lo arrinconó en los segundos finales y encontró un gol a los 96 y otro a los 99’.
Cuando nada podía ser peor, llegó una nueva pesadilla: el partido por Copa Sudamericana frente a Defensa y Justicia.
La baja convocatoria, la superioridad de los argentinos y el resultado (goleada 3-0) hundieron al equipo en una situación caótica que, para colmo, se contrastaba con el presente airoso de Nacional y un agónico empate contra Inter en la Copa Libertadores.
Para ese entonces, la continuidad del DT estaba en un permanente titubeo. Los consejeros opositores se afirmaban en pedir su cabeza bajo el argumento de que ya no se encontraban respuestas para revertir el mal andamiaje en las performances de cada fin de semana.
Los números los avalaban, ya que a esa altura el aurinegro venía de cuatro partidos sin ganar, en los que había recibido un total de 10 goles. Sin embargo, Ruglio no torció el brazo y siguió con su caballito de batalla hasta el domingo, cuando Peñarol perdió 1-3 en su casa con River y el presidente resolvió que era hora de perder la pulseada. Lo dejó ir.
Aún primero en la Tabla Anual, y con cinco fechas del Intermedio por delante, la temperatura en el club sigue elevada. La palabra final seguirá en manos de Ruglio, que hoy se reunirá con Darío Rodríguez para que asuma como nuevo DT.