El gol en la hora en Venezuela anotado por Francisco Ginella en el debut (2-1). Los tantos de Fabián Noguera a los 96’ contra Independiente Medellín (2-1) y a los 91’ ante Inter en el Beira Río. El gol de Bruno Damiani en la hora contra los brasileños en el Gran Parque Central. Y el golazo de Diego Polenta anotado anoche para el 1-0 contra Metropolitanos. Esos goles de Nacional, mojones en el Grupo B de la Copa Libertadores, fueron en gran medida la explicación a la clasificación de los tricolores a los octavos de final después de dos años de no haber podido sortear la fase de grupos.

Para un equipo uruguayo, independientemente de los rivales de la serie, es meritorio este hecho. Lógicamente, repasando la historia de los tricolores, suena prácticamente a insignificante, aunque en la actualidad es casi como un oasis en el desierto. Tanto en lo deportivo como en lo económico, porque Nacional logró asegurarse 1.250.000 dólares por estar entre los 16 mejores de América, además de la recaudación del partido de local en la siguiente instancia, más los 300.000 por el triunfo de anoche en el GPC.

Nacional cumplió con las dos premisas que debe tener un equipo para pasar el grupo: hacerse fuerte de local -ganó siete de los nueve puntos- y robar unidades de visitante. En tal sentido, los albos derrotaron a Metropolitanos en su primer partido, y le sacaron un punto a Inter en tiempo de adición, en Porto Alegre. Esa noche Diego Polenta fue quien le metió un preciso centro a Noguera para el 2-2 final. Anoche, fue nuevamente el zaguero izquierdo quien tuvo un rol protagónico en Montevideo, pues tomó el carril central, se fue con ímpetu al ataque, le cedió el balón al Colo Ramírez y aprovechó un pase atrás del centrodelantero para sacar un potente remate que terminó en gol. Ese tanto fue el que le dio la clasificación a Nacional, la número 37 a octavos de final de la historia, según el dato de Míster Chip.

El tricolor jugó un partido correcto, irregular en el primer tiempo, donde incluso cedió alguna chance de riesgo para los venezolanos, que, como a lo largo de toda la Copa, fueron competitivos, pero no les dio para sumar puntos.

Federico Martínez bien pudo abrir el marcador a los 23’, pero Schiavone lo evitó con una buena intervención. El extremo levantó su nivel respecto a lo que había mostrado en Belvedere, pero todavía está lejos de lo que es capaz de dar.

Con el paso de los minutos, Nacional fue inclinando la balanza a su favor y así llegó al gol en el tramo final del primer período.

En el complemento el resultado pareció nunca correr peligro, pero la diferencia era solo de un gol. Nacional tuvo varias jugadas en las que bien pudo marcar el segundo, pero el tanto de la tranquilidad nunca llegó.

Nuevamente hubo un muy buen ingreso de Bruno Damiani, que se generó los espacios, se mostró como opción de pase, retrocedió para ayudar a marcar a los volantes y estuvo coqueteando con el gol tres situaciones claras para poder marcar.

Nacional ganó, terminó segundo en el Grupo B atrás de Inter (que le ganó a Independiente Medellín 3-1) y ahora esperará con ansias el sorteo del 5 de julio.

Foto: Juan Manuel Ramos.