"Rompió el mercado: Peñarol contrató a Abel Hernández”. Esa frase se vio en varios portales y en redes sociales teniendo en cuenta que el aurinegro se hacía con los servicios de un futbolista de experiencia, vigente y con chapa de goleador.

De todas maneras, el inicio tal vez no fue el esperado. Se perdió la primera fecha del Apertura y en los cuatro partidos restantes anotó un gol. Como contrapartida, Matías Arezo atravesaba una gran racha en la que por ejemplo en esos mismos cinco partidos había marcado siete tantos.

Para la Joya, la realidad era muy distinta porque a su andar irregular se le sumó una lesión. Una tendinitis aquiliana lo marginó por tres partidos y las dudas sobre su rendimiento se empezaban a sembrar, más allá de que cuando le tocó jugar había hecho grandes esfuerzos por el equipo.

Todo comenzó a cambiar en un partido clave: el clásico. Para no arriesgarlo, fue al banco de suplentes y terminó siendo muy importante para el triunfo por 2-0. En el primer gol se llevó marcas para que Kevin Méndez aparezca solo para definir y en el segundo combinó con Saravia para sacar el contragolpe que sentenció el triunfo clásico.

A partir de ahí, apareció otro Abel Hernández. Se asentó en el equipo y tras el 0-0 ante Cerro Largo llegó su doblete ante Danubio, vital para seguir prendido en la lucha por el Apertura.

Foto: Estefanía Leal.

A la fecha siguiente, uno de los mejores goles de su carrera. Centro desde la izquierda y chilena para el triunfo 2-1 ante Plaza Colonia, en la hora.

Y más allá de que en el Intermedio no se vio la mejor versión de Peñarol, sí se pudo observar una de las mejores de la Joya.

Gol ante River Plate, doblete ante Montevideo City Torque y Boston River y un tanto ante Defensor Sporting para cerrar el primer semestre con 10 goles, los mismos que acumulaba Matías Arezo hasta ese momento.

Foto: Estefanía Leal.

El inicio del Clausura marcó un 1-1 ante Cerro, lejos de lo esperado por el aurinegro, pero que significó un nuevo gol de Abel Hernández. El sexto en los últimos cinco partidos y el número 11, ese que lo dejó en lo más alto de la tabla de goleadores de Peñarol en el Uruguayo y a uno de Juan Ignacio Ramírez, el máximo anotador del certamen.

Más allá de los goles anotados, que hoy lo tienen como uno de los mejores de la competencia, llama mucho la atención el promedio de goles que tiene el futbolista mirasol ya que suma un gol cada 93 minutos disputados, por lo que suma casi un gol por partido en los que tuvo participación en cancha.

Hasta el momento tiene 11 goles en 1026 minutos jugados y esto lo deja como el de mejor promedio entre los 10 primeros goleadores y como uno de los mejores de todo el Uruguayo.