Lunes 30 de diciembre. Penúltimo día del 2024. A través de dos pistas -una de ellas menos consistente que la otra- Ovación llegó al nombre del zaguero que buscaba Nacional.

Colombiano y zurdo habían sido las primeras indicaciones. Que tenía 25 años (en realidad eran 26) e iban a comprar el 50% de su ficha en US$ 500.000 era el otro elemento a considerar. Bajo ese punto de partida, empezaron las averiguaciones y el sitio web Transfermarkt fue un gran aliado para ayudar a filtrar. La búsqueda dio como resultado el nombre de Julián Millán.

En filas tricolores, reconocieron que así era. Pero había un problema: como su contrato con Independiente Santa Fe vencía al día siguiente e incluía una cláusula vidriera, la negociación no se podía hacer pública hasta que finalizara el vínculo. Recién el 1° de enero del 2025 Ovación decidió publicar.

La gestión llegó a buen puerto y desde Colombia pronto cayeron las mejores referencias. Lo definieron como el “mejor zaguero” de la liga de su país y, según indagó este medio, lo curioso es que tres años antes jugaba en la mitad de la cancha.

Junior de Barranquilla ya había ofertado para contratarlo, pero el nuevo mánager tricolor, el argentino Pablo Budna, estuvo astuto y actuó rápido para poner su nombre sobre la mesa.

Foto: Leonardo Mainé.

Convencido, pero con filtraciones que salieron antes de lo deseado, Millán cerró con Nacional y fue anunciado en los primeros días de enero. Fue tal vez el primer fichaje prometedor de la conducción Ricardo Vairo-Flavio Perchman luego de que la negociación por Lucas Alario se dilatara y finalmente quedara por el camino.

El pasado 14 de diciembre, día en que Nacional celebró sus elecciones, el vicepresidente fue consultado sobre la chance de sumar al argentino y reconoció que sí, que tenía interés, y un elemento clave era la buena relación con Pedro Aldave, el representante. Finalmente, el futbolista se decantó por Estudiantes de La Plata.

Otros casos conocidos púbicamente y por los que Nacional hizo el intento -sin éxito- fueron los centrodelanteros Adam Barreiro, Roger Martínez -quienes terminaron en el fútbol de Arabia Saudita-, Diego Costa y Federico Girotti.

Por el brasileño hubo conversaciones, pero su señora prefirió seguir viviendo en Brasil porque está embarazada. En el caso del argentino, si bien estuvo en carpeta hasta el fin de semana, Perchman, Sebastián Eguren y Martín Lasarte optaron por el chileno Eduardo Vargas. También habían trascendido como opciones de mercado Rogelio Funes Mori (seguirá en Puebla) y Leandro Díaz.

Foto: Ignacio Sánchez.

Entonces, ¿cuál es la conclusión que repiten en la interna? Que en las negociaciones que no se filtraron previamente, como la de Rómulo Otero y el propio Vargas, el resultado fue el esperado y la incorporación se concretó. En cambio, los acercamientos por Alario o el propio César Araújo no terminaron con un desenlace favorable y eso motivó a algunos dirigentes a expresarse al respecto.

“No me vas a hacer entrar. Nombres no voy a dar más, porque no pude concretar ninguno que salió a la prensa. Por algo no se dieron... Cabulero no soy, pero ya sea por temas de energía, de esto o de lo otro, no llegaron”, dijo Perchman el pasado jueves a Vamos que Vamos.

Y hay apuntes que le dan la razón. Pero, ¿qué queda entonces para Diego Romero, Yonatan Rodríguez, Franco Catarozzi o Emiliano Ancheta, que sí se supieron? O, incluso, el Toto Salvio, que no se supo e igual se cayó. Es una lección para pensar.

Ahora, la prioridad del vicepresidente está concentrada en Luciano Boggio, el jugador por el que ya tuvo contactos a partir de que Orlando City rechazara la propuesta de US$ 1.000.000 por César Araújo.