Hay algunos pormenores desconocidos para los hinchas que hacen que los tiempos al momento de una negociación puedan ser el principal aliado de un club. Así como también un gran enemigo, especialmente cuando la búsqueda de jugadores se convierte en una urgencia.

Nacional tiene un abanico de ejemplos recientes. El más cercano es el de Franco Romero, que parecía tener su renovación encaminada y, sin embargo, anunció que había recibido una mejor oferta de Sporting Cristal y que, por lo tanto, se marchaba al fútbol de Perú.

Para encontrar otros, basta con hacer un viaje a julio de 2023 para recordar que, en un par de semanas, Álvaro Gutiérrez se quedó sin Gastón Pereiro, Fabián Noguera, Camilo Cándido, Sergio Rochet y Alfonso Trezza, y los directivos tuvieron que apuntar de apuro a Antonio Galeano, Gabriel Báez, Gonzalo Carneiro y Franco Romero. O remontarse a enero de este año, cuando las negociaciones por Bruno Zuculini y Gabriel Arias no prosperaron.

Con un nuevo mercado de pases ya en movimiento, algunos patrones se vuelven a repetir. En mayor o menor medida, Nacional sigue teniendo dificultades al momento de contratar debido a los imponderables que se le presentan.

En la delantera, lo que no parecía ser una prioridad de un momento a otro pasó a serlo, una vez que se anunció la lesión de Gonzalo Carneiro (ligamentos cruzados) y la posible baja definitiva de Federico Santander (ausente en Paraguay por motivos familiares).

En tan solo una semana, una zona que parecía estar cubierta quedó con una sangría que obligó al área deportiva a acelerar sus gestiones para resolver en menos de 27 días (lo que falta para la ida de octavos contra San Pablo) la llegada de al menos tres nuevos jugadores.

Una de las primeras alternativas iba a ser Mauro Méndez, a quien Nacional ya tenía apalabrado incluso antes de que pasara lo de Carneiro, informó Carve Deportiva y confirmó Ovación. Llamativamente, el delantero de Estudiantes sufrió la misma lesión y la posibilidad quedó descartada.

Estas situaciones cambiaron, incluso, la percepción sobre Christian Ebere, de quien pretendían desligarse previo al último fin de semana. Por el momento, dado el contexto actual, Martín Lasarte dijo que lo necesita.

En otros puestos, las complicaciones no están tan ligadas a lo sanitario, sino al diferencial económico. A Brian Ocampo, por ejemplo, el club lo tiene como prioridad número uno, pese a que las pretensiones de Cádiz podrían, a priori, frenar cualquier ilusión que se mueva dentro de filas tricolores.

Para repatriarlo, en primer lugar, el tiempo debe ser aliado de Nacional. Sus allegados dicen que el equipo español lo considera una pieza "importante" dentro de su proyecto, pero la voluntad de Ocampo -interesado en volver- podría dejar sobre el final del período una puerta abierta.

Foto: Boston River

Los casos de Gonzalo Montes y Emiliano Gómez parecen desembocar en el mismo carril. Los equipos de ambos jugadores pretenden recibir dinero para dejarlos salir, por lo que las operaciones tampoco son sencillas.

El futbolista de Huachipato pujó para salir en el último mercado, pero finalmente se quedó en su club, donde ya habían percibido el interés de Nacional hace un año.

Para Gómez, el horizonte próximo podría estar vinculado a la Major League Soccer (MLS) o el fútbol de México, que ya trasladaron consultas. Su representante habló con José Decurnex, Alejandro Balbi y Sebastián Taramasco y les dejó en claro que Boston River pretende un rédito a cambio de su salida.