A falta de dos horas para para que comenzara el encuentro entre el equipo de Espinel y el de Larriera el campo de juego del Alberto Suppici lucía de forma irregular, con algunos sectores en buenas condiciones y otros en los que el césped pasa de una tonalidad verde a color amarillo. A su vez, hay sectores en los que se observa más tierra.

Se pudo observar a una persona que ingresó a comprobar el estado de la cancha con una pelota con el objetivo de ver si será dificultoso o no el juego asociado para ambos elencos. Lo cierto es que ante la fricción normal de un partido puede llegar a afectarse aún más el césped.

Las líneas de la cancha apenas se alcanzaban a percibir y por eso desde la terna arbitral solicitaron que se las remarcara antes de que inicie el trámite. Así se hizo.

A nivel de infraestructura, la capacidad del estadio es pequeña (unos 12.000 espectadores) y se pudo observar que, por precaución ante un posible corte de luz, hay un generador de energía complementario en el lugar.