LUTO
"Los profesionales dirán en qué va. Quizás en los picos enormes de emoción, de éxtasis, de adrenalina que hay en la profesión que hoy estás en el cielo y mañana en el infierno", analizó la "Tota".
El 4 de febrero de 2003 quedó marcado como el pico futbolístico más alto en la carrera de Williams Martínez, fallecido el sábado a sus 38 años como consecuencia de un suicidio. Esa noche, jugó su primer y último partido con la selección uruguaya. La Celeste llevó un plantel joven y alternativo a una gira en Hong Kong y Martínez hizo dupla en la zaga con otro que allí tuvo su primera experiencia: Diego Lugano. La “Tota” atendió a Ovación desde Cancún (México) donde se encuentra acompañando a su hijo mayor Nicolás que está dando allí sus primeros pasos en el fútbol profesional. Aún en shock por la noticia, recordó aquella gira y su vínculo con Martínez.
“De ese torneo me acuerdo muy bien porque fue mi primera experiencia con Uruguay y creo que de la mayoría de los muchachos. Éramos muy jóvenes en ese momento. Todos íbamos con las mismas expectativas, sueños e ilusiones de defender a la Celeste aunque sea en un torneo en Hong Kong”, indicó.
Ese 4 de febrero, Uruguay empató 1-1 con Irán (triunfo en penales por 4-2) El gol Celeste lo puso Fabián Estoyanoff. Sin embargo, Lugano recordó: “El primer partido en realidad fue con Hong Kong, ganamos por goleada no me acuerdo por cuánto (fue 3-0), pero al no ser una selección FIFA no se computó como el primer partido. Era un cuadrangular con Hong Kong, Irán y Dinamarca”.
“El viaje fue eterno. Pusimos cerca de 50 horas para llegar a Hong Kong, estuvimos como dos días viajando. Bien cosa de la selección de antes. El partido con Irán fue un poco picante. Ellos eran la selección mayor y nosotros una sub 23. Terminó medio caliente el partido. Se dieron varias discusiones adentro y afuera de la cancha”, recordó.
El fútbol los llevó por caminos distintos. Martínez no volvió a estar convocado y Lugano disputó un total de 95 partidos, siendo el futbolista que más veces llevó el brazalete de capitán. Sin embargo, la vida los siguió cruzando. “Williams era un gurí muy simpático y de mirada buena, pero también de mucho temperamento. Tanto adentro como afuera de la cancha se lo veía como un muchacho de muchísimo temperamento. A veces hasta calentón. Lo recuerdo como un tipo muy alegre. Después con el tiempo nos fuimos cruzando. A veces en la Mutual, a veces en algún encuentro de fútbol por ahí en Uruguay o hasta en el exterior nos cruzamos algunas veces y siempre nos acordábamos de aquella gira con mucha simpatía y alegría. A nosotros nos marcó por la experiencia, el país, la primera citación para la mayoría”, comentó Lugano.
Respecto a lo ocurrido el sábado, donde Martínez decidió terminar con su vida, expresó: “A todos se nos hace difícil asimilar lo que pasó. Es un tema muy delicado para hablar o comentar. Es un flagelo que hoy por hoy, se sabe, está en la sociedad. No solo en el Uruguay, en muchos países también, pero en Uruguay es un flagelo que mata mucha gente por año. Hay mucha gente capacitada para hablar de ello. Está en la sociedad pero cuando pasa con un jugador de fútbol eso expone toda esta problemática”.
Asimismo añadió: “Tanto en Uruguay como en Brasil, uno que conoce compañeros que han tenido serios problemas de depresión, lleva a cuestionarte muchas cosas. En Brasil, hace dos o tres años, el sindicato de jugadores hizo un estudio y dio que casi el 30% de los jugadores de fútbol en Brasil tenía tendencia depresiva. Es algo serio, delicado. Los profesionales dirán en qué va. Quizás en los picos enormes de emoción, de éxtasis, de adrenalina que hay en la profesión que hoy estás en el cielo y mañana en el infierno. Hoy sos Dios, sos todo e inmediatamente mañana no sos nada. Tal vez sea eso. No lo sé, pero es un tema que primero la sociedad, y después el fútbol, tienen que comenzar a tratar con más profundidad para prevenir estos casos”.
“En la vida hay problemas económicos, de pareja, de amistad de salud y hay que siempre buscar la manera de salir adelante, ser optimista y vivir la vida con mucha intensidad y la mayor alegría posible. Eso es lo que uno reflexiona para uno mismo”, finalizó.
El partido
En ese empate 1-1 ante Irán, la Celeste formó con: Mauricio Nanni; Bruno Silva, Williams Martínez, Diego Lugano, Pablo Lima; Julio Rodríguez, Marcelo Sosa, Claudio Dadomo, Martín Ligüera; Mario Leguizamón y Germán Hornos.
Luego ingresaron: Julio Mozzo, Sergio Blanco, Sebastián Taborda, Horacio Peralta y Fabián Estoyanoff. Justamente el "Lolo" puso el empate a los 84 minutos de juego.
En el banco quedaron: Jorge Bava, Pablo Melo, Daniel Hernández, Pablo Munhoz y Gonzalo Vargas.
Fue un cuadrangular amistoso contra Hong Kong, Irán y Dinamarca. La selección era dirigida de forma interina por Gustavo Ferrín, que llevó un combinado de futbolistas jóvenes que en ese momento militaban en el medio local.