Luis Suárez es un futbolista que cada vez que entra a la cancha, va por todo. Corre hasta la última pelota, se entrega y, habitualmente, también festeja goles.
Esa característica que se refleja en cada una de sus presencias, se redobla cuando esos partidos son especiales y si de encuentros particulares hablamos, los clásicos parecen ser la especialidad del salteño.
Es cierto que el último fin de semana defendiendo a Gremio, su equipo cayó 3-2 con Inter en el clásico de Porto Alegre (el Grenal), pero volvió a dejar su huella con un golazo de tiro libre y no es la primera vez porque a lo largo de su carrera se convirtió en moneda corriente verlo festejar en estos partidos oficiales.
Su debut en Nacional no fue la excepción porque defendiendo a los tricolores, en su primer pasaje, disputó un clásico oficial y en él anotó uno de los goles en lo que fue empate 2-2.
Emigró a Europa y el Groningen de Países Bajos fue quien lo recibió. Allí tuvo la oportunidad de disputar el que se conoce como el Derbi del Norte donde se mide el que fue su equipo con el Heerenveen, pero solo en una ocasión y no pudo marcar, por lo que es el único que se puede considerar que le quedó pendiente.
Sus números en el otro equipo de Países Bajos en el que jugó, Ajax de Ámsterdam, indican que enfrentó al Feyenoord en nueve ocasiones y le marcó tres tantos.
Saltó a Inglaterra para defender la camiseta de Liverpool y ahí no solo enfrentaba al Manchester United (siete partidos y dos goles) sino que además tenía el derbi de la ciudad ante Everton, un partido muy importante para los Reds y en los que siempre respondió: seis partidos y cinco goles.
Al igual que en el equipo inglés, cuando emigró a España para defender a Barcelona también se encontró con que el hincha valoraba mucho dos partidos: ante Real Madrid y Espanyol. La particularidad es que en ambos disputó la misma cantidad de encuentros e hizo la misma cantidad de goles: 11 festejos en 15 partidos.
Con el Atlético de Madrid enfrentó tres veces al Real Madrid y le marcó un gol, mientras que en su vuelta a Nacional volvió a festejar con la camiseta tricolor y jugando en el Gran Parque Central.
El del domingo fue el último clásico ante Inter en los que suma dos goles ya que le había anotado en la primera vuelta del Brasileirao.