El mismo día de su presentación ante el público en el Arena do Gremio, Luis Suárez atendió al equipo de Ovación mano a mano en una de las canchas del complejo CT Luiz Carvalho. Después de un entrenamiento en el que trabajó con intensidad junto a un preparador físico del club, y mientras el resto de sus compañeros de duchaban, el Pistolero habló sin apuros y sin importarle que ya era el mediodía en Porto Alegre y el sol pegaba fuerte en el moderno campo de entrenamiento de los gaúchos, cuando la temperatura superaba los 30 grados. Por qué se inclinó por Gremio, qué piensa hacer con la selección uruguaya, su relación con Felipe Carballo y su paso por Nacional, algunos de los temas a los que se refirió.

-Tenías ofertas concretas de México, también interés de equipos de la MLS, ¿por qué al final optaste por Gremio?
- La idea después del Mundial era bajar un poco el listón de esa competencia alta que siempre tuve, pero bueno, vinieron equipos muy importantes, los cuales te exigían competir y es ahí donde me empiezo a replantear de decir ‘bueno, si te vienen (a buscar) por algo será, porque te ven todavía con condiciones, te ven capacitado para seguir peleando ahí arriba’. Después está en mí decidir qué es lo que quiero, qué es lo que necesito.

-Decías que si te vienen a buscar es por algo... Vos estás a pocos días de cumplir los 36 años, en Nacional no te lesionaste, jugaste los tres partidos del Mundial, físicamente se te ve muy bien, ¿cómo te ves vos y cómo te sentís para afrontar este desafío en la liga más competitiva del continente?
- Me gustan los desafíos, me gusta esa clase de retos. Hay muchos jugadores con esas edades en Brasil que rinden. Después está en mí poder aguantar el ritmo de competencia que tienen; este año no tenemos competencia internacional y eso ‘ayuda’, pero la idea es que el club haga lo máximo para poder llegar al año que viene a las competencias internacionales.

-Antes del Mundial, en una entrevista con Ovación, cuando te preguntaban qué pasaría contigo después mencionabas que era complicado y que iba a depender de las situaciones que ocurrieran en Qatar. En base a lo que pasó con la selección, ¿qué proyección hacés con Uruguay? ¿Querés seguir jugando?
- La verdad es que no me lo puse a pensar, sinceramente. Me fui muy triste, muy dolido del Mundial. Los primeros días me costó ir olvidándome, porque era un Mundial al cual iba con mucha ilusión, teníamos equipo, y me dolió. No me lo puse a analizarlo, lo dije ahí después del último partido: no era el momento para contestar ‘sí, dejo la selección’ o ‘hasta acá llegué’ ni nada de eso. Ahora, después de tomar la decisión de mi futuro, me pondré a analizar qué es lo que más me conviene a mí por la carrera que hice en la selección, y ahí junto a mi familia tomaremos la mejor decisión: si seguir o no seguir.

-Haber elegido Gremio, ¿contribuye para continuar en un buen nivel y así seguir jugando en la selección?
- Obviamente que ayuda y más en un fútbol competitivo como lo es el brasileño, pero también está en mí el saber dar el paso al costado en el momento justo. Creo que no me puedo quejar de la forma que terminé rindiendo en la selección, con la edad que tengo, con muchas dudas que había, y me fui, a nivel personal, muy contento. Los primeros partidos siempre son difíciles para todos, pero en el partido contra Ghana, en un Mundial en el cual me sentí muy cómodo y sentí que estuve a la altura de lo que es la selección, me puedo ir más que orgulloso de lo que fue mi carrera en la selección. También está en ver qué es lo mejor para mí, por la carrera. Prefiero tomar yo la decisión y no que a medida que vaya pasando el tiempo, el mal rendimiento y las malas actuaciones me lleven hasta ese punto.

-Más allá de lo que fue el rendimiento del equipo, ¿cómo te sentiste vos en el Mundial?
- Creo que en el primer partido contra Corea -lo hablábamos con Leo (Messi) y lo hablábamos con Godín- nosotros con 35, 36 años, seguimos teniendo ese cosquilleo, esos nervios de ese primer partido en un Mundial. Imaginate para los que era el primer partido de un Mundial. El nerviosismo te juega una mala pasada, no te deja rendir de la manera que querés y el partido contra Corea era muy importante. No estuvimos a la altura y somos conscientes. Contra Portugal tuvimos mala suerte también, podríamos haber empezado ganando con la jugada de Rodri (Bentancur), después podríamos haber empatado, pero así es el Mundial: si te equivocás, la pagás mal. En el partido contra Ghana hicimos lo que teníamos que hacer, que era ganar. Analizándolo, en el segundo tiempo, ganando 2-0, salimos pensando en que capaz que no necesitábamos hacer otro gol, y que Corea no le iba a ganar a Portugal. Si hubiésemos salido con la mentalidad que salimos en el primer tiempo seguramente le hubiésemos hecho otro gol.

-¿Los errores arbitrales tuvieron que ver?
- Siempre buscamos una excusa, ¿no? Lo más fácil en ese momento... Si te hubiesen cobrado otro penal capaz que hubiésemos terminado 3 a 0 y hubiésemos pasado. Pero también ser conscientes que vienen cosas desde antes, por errores nuestros, por los cuales no estuvimos en otra situación. Hay veces que el árbitro puede influir, y más cuando hay VAR, y así vienen las molestias por la adrenalina de ese momento.

-¿Tenés una opinión formada sobre si Diego Alonso tiene que continuar como técnico?
- Los dirigentes, Jorge Giordano mismo, son los que tienen que tomar una decisión. Son los que hicieron un análisis de lo que es Diego a nivel entrenador y a nivel ser humano. Yo lo único que puedo hablar son maravillas por cómo fue con el grupo, de la forma en que actuó, de cómo lo llevó. Al entrenador de Uruguay siempre se lo va a criticar; se lo criticó al maestro (Tabárez), se lo criticó a Fossati, a Passarella, a Carrasco. A todos se los ha criticado y obviamente que Diego tiene que hacerse cargo de eso, él sabía lo que le iba a tocar. Los jugadores lo vamos a respaldar si toma la decisión de renovar, o si la decisión de la AUF es renovarle, porque es un entrenador que a nosotros nos dio mucho en esos partidos de Eliminatorias. Los jugadores teníamos confianza en él y después depende de la gente que tiene que tomar las decisiones, pero si a mí me vienen a preguntar, obviamente que estaría contento con que siguiera.

-Para tu llegada a Nacional, vos comentaste lo importante que fue la opinión de tus hijos. ¿Qué te dijeron ellos ahora?
- Cuando manejábamos la posibilidad estaban muy ilusionados con que sea acá, porque están cerca de Uruguay. Vivieron unos meses maravillosos en Uruguay, lo pasaron espectacular. Están contentísimos, y estaban con muchísimas ganas de venir acá. Como padre tuve diferentes etapas, pero veo a los tres que están grandes, que son conscientes de todo, y ven todo el cariño que estoy recibiendo, creo que no pueden pedir más nada en ese sentido. El legado que va dejando futbolísticamente su padre, lo que han vivido... Han vivido momentos malos, como el del Mundial, y eso como padre te duele, pero pasan por momentos buenos, disfrutan y están muy felices.

-Posteamos historias en las redes sociales de Ovación de tus primeros momentos en Gremio y había respuestas que decían ‘si pudiera estar ahí le daría un enorme abrazo a Luis, porque en momentos donde yo estuve triste verlo en Nacional me alegró’. ¿Qué te genera estar en ese rol?
- El cariño que recibí en Uruguay, no solamente de gente de Nacional, sino también de Peñarol y de otros equipos, fue impresionante. Me pasó ahora cuando volví del Mundial. Yo no salía a la calle porque seguía teniendo esa sensación de tristeza del Mundial y pasar por algunos sitios caminando, o ir a algún lugar, y que la gente me agradeciera eternamente por volver, para que el fútbol uruguayo levantara, siendo hinchas de Peñarol, fue tremendo. Sofía (Balbi) me miraba y me decía ‘no puedo creer, ¿vos escuchás a la gente?’ ‘Sí, sí, me sorprende’. La gente agradeciéndome por todo lo que hice por Uruguay, en las condiciones que estaba físicamente, que muchos dudaban, de cómo llegaba, y vieron que di el máximo en la selección, y me agradecían. Uno se tiene que poner feliz de la carrera que está haciendo, del cariño que le da la gente. No me arrepiento de nada. También aclarar que cuando yo decía que no quería volver al fútbol uruguayo a retirarme... No volví a retirarme. Volví a un pasaje corto por Nacional, porque era lo que me convenía en ese momento y no volví a retirarme.

-¿Qué te dijo Messi de elegir jugar en el fútbol brasileño?
- Él me dijo ‘tomá la mejor decisión, y si tenés que elegir... El fútbol brasileño es muy competitivo, siempre se habla maravillas, tenés muchos partidos y muchas posibilidades para demostrar. Andá, disfrutalo y seguí viviendo el fútbol como lo vivís’.

-En algún momento se habló de que ustedes querían terminar la carrera juntos en la MLS, ¿pensás que de a poco se va alejando esa posibilidad?
- Na, yo te estoy hablando de 2018, 2019. Planeábamos la vida terminando en el Barcelona e irnos a Estados Unidos. El fútbol cambia mucho. Tenemos una relación espectacular, nuestros hijos, nuestras mujeres, y en ese momento viajábamos mucho en el futuro. Y mirá: yo me termino yendo, él se va del Barcelona, nuestros destinos se van separando en ese sentido, pero de acá a unos años ya sabemos dónde vamos a estar juntos. En el fútbol, a medida que vamos avanzando va siendo cada vez más difícil.

-¿Con qué momentos te quedás de tu pasaje por Nacional?
- Con el recibimiento que me hizo la gente, algo único para el fútbol uruguayo. Tenemos que valorar eso: cómo creció el fútbol uruguayo en los últimos meses. Transmitieron un partido de allá acá en Brasil, que hacía 20 años no pasaba. Eso hay que valorarlo, no la camiseta que tenía puesta. Intenté mandar un mensaje en contra de la violencia del fútbol uruguayo, intenté ser más de lo que es normal, de sacar la rivalidad de Nacional y Peñarol, y después obviamente con las finales del Uruguayo, haciendo los goles con el estadio lleno en la definición.

-Suárez hizo un golazo en el clásico, hizo un gol en un partido clave contra Albion, los dos goles en la final contra Liverpool. En Atlético Madrid, Simeone hablaba de la zona Suárez y respondió con varios goles en el final del torneo y sobre la hora, y fueron campeones. Ni que hablar en Barcelona haciendo goles importantes… ¿Cómo lo explicás?
- La convicción que tenés que tener de que vos sos el indicado en ese momento difícil, que hay algunos jugadores que no saben afrontarlo. A mí me gusta afrontar esa clase de retos, esa clase de momentos complicados, como lo asumí en el partido contra Ghana. Fui, hice una conferencia asumiendo el rol en el partido que tenía que rendir, y esa clase de desafíos me gustan. Y este desafío de venir a Gremio me gusta para hacerme fuerte en ese momento en el que muchos generan dudas y expectativas.

-Se te nota maduro, muy reflexivo, diste un mensaje acorde para el momento antes del clásico, ahora pasa que un jugador importante en el título de Nacional como Leo Coelho decidió jugar en Peñarol. Se dieron algunas situaciones feas, como amenazas al jugador y polémicas en redes sociales. ¿Qué opinión te merece este tema?
- Hay que estar en el ser humano, en la persona, en el día a día, es su trabajo, es su profesión. Lamentablemente hoy todos trabajamos por el dinero, otros podemos tener esa forma de decidir si queremos eso o queremos lo otro. Yo tengo la suerte de poder elegir donde yo quiero estar y no por dinero. Pero hay algunos que buscan su situación económica y es entendible en ese sentido. Lo que hay que tratar de entender es que es el trabajo de él, tiene una familia atrás, hay que cuidar todo eso. Uno puede ser más fanático de un cuadro que de otro, es entendible, pero hay que entender la parte humana, que es su trabajo, su profesión, y te pongo a vos el caso… Te vienen del diario que compite con ustedes y la oferta es superior. Vos vas a tomar la decisión porque es tu trabajo, tu profesión y es a lo que te debés.

-¿Qué tan importante es compartir plantel nuevamente con Felipe Carballo?
- En el día a día es lo que más influye con Feli. Es joven, es la segunda vez que sale, yo tengo experiencia y trataré de aportarla en el día a día. Futbolísticamente no le tengo que decir nada porque lo que ha mejorado, lo que ha madurado, es espectacular. Es un jugador que va a marcar la diferencia acá. Así como le quedó chico el fútbol uruguayo, seguramente le va a quedar chico el fútbol brasileño porque tiene unas condiciones increíbles y lo que me toca es cuidarlo en la parte humana, darle cariño, darle esa distracción para que no se sienta solo en ningún momento y criarlo ahora como si fuera mi cuarto hijo. Estamos juntos en la habitación. Viajó conmigo a Porto Alegre, mi mujer estaba mirando casas y ya dijo ‘encontré una para Felipe’, je. Hay que ayudarlo. Él tiene a los amigos y a los padres cerca. Que se sienta arropado va a ser importante para que tenga confianza.