A los 24 años, Luiz Henrique hizo historia logrando la primera Copa Libertadores del Botafogo y cortó una sequía de 29 años sin lograr el Brasileirao y todo eso lo llevó a ganar la encuesta América le responde a El País con el 52% de los votos.
En diálogo con Ovación, el extremo norteño recordó su participación en el certamen internacional, cómo vivio la serie con Peñarol, el cuidado que tuvieron con Leo Fernández y tanto su presente como el futuro en la selección de Brasil.
-¿Cómo te enteraste que habías ganado el premio?
-Yo estaba viajando con mi novia, estaba en la calle y mis amigos y mi familia me mandaron mensajes diciendo que era el Rey de América. Me quedé muy contento porque estar disputando esto con un jugador como Lionel Messi, que para mí es el mejor del mundo, es muy importante. Yo soy un jugador que juega en Brasil y él lleva mucho tiempo en el fútbol, disputa muchas cosas y para mí fue un logro muy grande.
-¿Qué significa este premio para vos?
-Para mí significa algo muy grande porque siempre, desde que empecé a jugar al fútbol, quiero ganar, tengo estas ganas de siempre ganar. Estoy acostumbrado a que si veo que tengo algo delante de mí que puedo ganar, hago lo posible por obtenerlo.
-¿Sabías que eras uno de los finalistas?
-Sí, lo sabía, y mis compañeros de Botafogo siempre hablaban conmigo que yo podía ganar, que tenía potencial para hacerlo. Cada partido y entrenamiento doy lo mejor, para mostrar lo que tengo dentro de la cancha. Con Savarino y Almada sabíamos que podíamos ganar.
-¿Cómo fue tatuarte ‘Rey de América’ incluso antes de ganar el premio?
-Cuando terminó la final de Copa y que dijeron que yo era el mejor del partido yo pensaba que ya era el mejor de América, entonces ahí me hice el tatuaje y mis amigos que trabajan conmigo me dijeron que todavía no era Rey de América (se ríe). Pero ya estaba hecho el tatuaje, no podía hacer nada. Pero para mí, por todo lo que he hecho en mi equipo y en cada uno de los partidos, ya estaba en mi corazón y en mi cabeza que sería Rey de América.
-Estabas en Europa jugando en el Betis, ¿te costó el paso de volver a Brasil?
-A comienzos de año fue un poco difícil para mí, pero ya estaba acostumbrado al fútbol de Brasil porque salí de acá. Después de que fui entrenando, fui queriendo jugar, hacer las cosas bien, dentro y fuera de campo, y me fue saliendo todo bien. Después que me acostumbré más con el fútbol de Brasil, ahí me sentí más tranquilo.
-Botafogo compró tu ficha por una cifra cercana a los US$ 20 millones y fue la más cara de Brasil, ¿eso fue presión o motivación?
-Un poco de presión y también lo usé como motivación, porque para mí al comienzo fue difícil porque la presión estaba toda en mí porque era el jugador más caro de Brasil, pero también me gusta jugar así con presión, con la gente insultando y eso para mí es bueno. Muestra más mi fútbol, que soy un jugador de alto nivel, entonces para mí fue un poco difícil, pero también me gustaba jugar así.
-¿Qué análisis hacés de lo que viviste y de lo que te ha pasado a tan corta edad?
-Para mí fue difícil. Cuando empecé en Fluminense tenía que salir de mi ciudad, tenía dos horas de coche, no tenía mucho dinero y mi representante tampoco, pero los jugadores tienen que pasar por estas cosas para ser grandes. Conseguí soportar todo eso con mi cabeza, con mi familia estando siempre a mi lado para que yo estuviera tranquilo y solo tuviera jugar al fútbol, que es lo que sé hacer.
-Campeón de todo con Botafogo, debutaste en la selección de Brasil, tu ficha vale millones, ¿cómo se hace para seguir con los pies en la tierra a tu edad?
-Yo soy un chico muy humilde. Puedo lograr muchas cosas en mi vida, pero voy a continuar siendo la misma persona. Soy humilde, un chico tranquilo, que respeta a toda la gente. Entonces por eso Dios me viene ayudando. Vengo logrando cosas en mi vida porque yo no soy un chico que tiene la cabeza loca, que sale, que hace cosas malas. Soy un chico tranquilo, de familia, que respeta a todos para que todo salga bien en mi carrera.
-¿Cuál fue tu mejor partido en la Copa Libertadores?
-Hay muchos en los que pude jugar bien, pero me quedo con la final que fue un partido diferente, con un jugador menos desde los 30 segundos, entonces para mi fue mi mejor partido porque fue difícil soportar todo eso. Nuestro equipo tenía la cabeza para jugar este partido, fue el mejor.
-¿Cómo viviste los partidos contra Peñarol?
-El partido en Brasil fue el más difícil de la Copa porque Peñarol es un equipo que tiene nombre, que ya ganó muchas veces la Copa Libertadores. Es un equipo que es difícil, es fuerte. Peñarol es un equipo que juega bien, que sabe jugar, que también sabe defender y por eso para mí fue el partido más difícil.
-¿Qué cambió en ese partido de un primer tiempo cerrado a los tres goles en pocos minutos que abrieron el juego y la serie?
-Fuimos al vestuario y el entrenador Artur Jorge nos dijo que para ganar teníamos que hacer un gol rápido. Entonces por eso volvimos a la segunda parte para ganar y para hacer un gol rápido. Ahí cuando hacemos el primero, Peñarol tenía que salir y dejaba más espacios para nosotros. Cuando nosotros hicimos el primer gol, teníamos más espacio, pudimos hacer nuestro juego y en pocos minutos pudimos liquidarlos.
-En tu actuación personal también fueron dos tiempos muy distintos.
-Sí, el segundo tiempo fue muy bueno para mí, porque los rivales, cuando nosotros hacemos el primer gol, tienen que salir y yo tengo más espacio para encarar a los adversarios; entonces para mí la segunda parte contra Peñarol fue más fácil, porque ahí me encontré con más mano a mano con los laterales, tenía más lugar para hacer una buena jugada o dar una asistencia.
-En el segundo partido estuviste en el banco, ¿en algún momento te puso nervioso el resultado?
-Sí, estaba nervioso porque Peñarol es un equipo muy bueno. Me quedé un poco nervioso porque tenía dos tarjetas y podía perderme la final. Yo también confiaba en mi equipo, en los jugadores que estaban dentro de la cancha, porque creo que ya estaba escrito que nosotros íbamos a estar en la final. Cuando Peñarol hacía goles y miraba el tiempo, no pasaba más. Miraba otra vez y no pasaba, je, pero se clasificó.
-¿La expulsión de Aguerre alivió un poco la situación?
-Yo pensaba que iba a ser un poco más fácil, pero no fue así. La afición de ellos estaba alentando y eso le dio un poco más de esperanza, ¿sabes? Entonces, por eso pienso que ellos estaban atacando más, estaba queriendo hacer más goles; con un jugador menos Peñarol tuvo más coraje. Al final terminó siendo más difícil todavía.
-Entre los finalistas de la encuesta estuvo Leo Fernández, ¿lo tenías visto o lo estudiaron?
-Leo Fernández es un jugador de alto nivel, Jugó en Fluminense y lo tenía visto. Le pega muy bien a la pelota. Es pequeño, peligroso, era el mejor de ellos. Nosotros hablábamos de él, que es buen jugador, que sabe pegarle a la pelota, que cuando hay espacio siempre patea, entonces teníamos que tener cuidado, por eso siempre algún jugador intentaba pararlo, para que no pueda hacer lo que sabe. Artur nos habló de no hacer faltas cerca del área porque podía causar peligro.
-¿Qué significó quedar en la historia de Botafogo?
-Para nosotros ganar la Libertadores por primera vez y entrar en la historia de Botafogo es algo muy grande. Estamos felices de estar en la historia, después de mucho tiempo sin ganar títulos.
-En 2024 tuviste la chance de jugar en la selección y de hacer tu debut, ¿cómo fue el duelo contra Uruguay?
-Fue un partido difícil porque tiene un equipo muy bueno que juega bien, que sabe jugar. Teníamos a Vinicius y teníamos a Savinho, pero los jugadores de Uruguay no los dejaban jugar, entonces para nosotros fue un poco más difícil. En Uruguay hay muchos jugadores buenos, que se mueven bien, que generan espacios y eso lo hizo muy difícil.
-Con un 2024 tan bueno, ¿qué se puede esperar para el 2025?
-Espero que sea mejor (se ríe). El 2025 creo que será mejor porque soy un jugador para eso, para cada año estar mejorando, estar en alto nivel siempre, para jugar en equipos de alto nivel también.
-¿Te ves jugando el Mundial 2026 con Brasil?
-Sí, ese es el objetivo. Quiero jugar en esta Copa del Mundo y quiero ganar también con Brasil. Soy un jugador que siempre que hay cosas adelante mío las quiero conseguir, yo quiero que en 2026 tanto yo como Brasil hagamos todo como para ganar esa Copa del Mundo.
-¿Cuál era tu ídolo?
-Me gustaban mucho Neymar y Ronaldinho, porque son jugadores que hicieron mucha historia con la selección de Brasil y sus clubes. Son jugadores habilidosos como yo, rápidos, que le pegan bien al balón.
-Ambos ganaron el premio de Rey de América, y ahora Luiz Henrique también...
-Exacto, voy por buen camino (se ríe).
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