REMODELACIÓN
La inversión que hizo la Conmebol permitió más que un lavado de cara al Monumento Histórico al Fútbol Mundial, porque tiene las comodidades de un escenario de primer nivel.
Desde hacía años el Estadio Centenario necesitaba una remodelación para actualizarse a las comodidades modernas. Cada vez se hacía más difícil conseguir el dinero para financiar las obras que se necesitaban las que, a la vez, con el paso del tiempo aumentaban. Que Nacional primero y Peñarol luego pasaran a jugar en sus estadios le quitó protagonismo al Monumento al Fútbol Mundial, pero Conmebol llegó al rescate.
El jueves a la noche, 48 horas antes de la reapertura del Centenario con la final de la Copa Sudamericana entre Athletico Paranaense y Bragantino, quedaron inauguradas las reformas que se hicieron al estadio con la participación del presidente de la República, Luis Lacalle Pou, del secretario de Deporte, Sebastián Bauzá, del titular de Conmebol, Alejandro Domínguez, y del de la AUF, Ignacio Alonso. Pero hagamos un poco de memoria y repaso.
La pandemia de COVID-19 pegó fuerte en todo el mundo. Muchas familias quedaron rotas por este virus que todavía pelea una guerra que está a punto de perder. El manejo que hizo Uruguay de la situación fue clave para esta realidad del Centenario. El primer capítulo se escribió cuando Domínguez llegó al país en ocasión de la inauguración de la Montevideo City Academy. Entonces cenó con Lacalle Pou, generaron una buena amistad y el presidente uruguayo se ofreció a gestionar la llegada de vacunas para inmunizar al fútbol sudamericano.
Esta gestión prosperó y Conmebol se convirtió en la primera confederación en inmunizar a sus deportistas, lo cual generó una relación muy estrecha con Uruguay, al que Domínguez definió como "mi segunda casa". Una cosa llevó a la otra, porque además de la buena relación, el país fue el que consiguió más rápido bajar la cantidad de contagios y en controlar la pandemia, lo que generó un ámbito ideal para poder albergar las definiciones de los torneos continentales.
Fue así que Montevideo fue elegida como ciudad para albergar la definición de la Copa Sudamericana y de la Copa Libertadores, tanto femenina (este domingo en el Gran Parque Central) como masculina (el sábado 27). Para ello había que presentar un escenario acorde y el Centenario no lo era.
Conmebol tomó entonces la determinación de invertir en el añejo e histórico escenario uruguayo porque además pasó a ser considerado como el proyecto angular para la candidatura conjunta al Mundial 2030 entre Uruguay, Argentina, Paraguay y Chile. Fueron 6 millones de dólares los que invirtió la Confederación Sudamericana de Fútbol para que el Estadio Centenario recupere su esplendor de antaño. Y la verdad, quedó muy bien.
????? Nuestro Estadio Centenario, #MonumentoDelFútbolMundial, renace con una nueva cara que será estrenada mañana en la final de la @Sudamericana 2021.#MontevideoEsAmérica #SomosElFútbol pic.twitter.com/B8RTv7lSdx
— AUF (@AUFOficial) November 19, 2021