Por Diego Domínguez
El partido con Liverpool del próximo domingo por la Supercopa Uruguaya pone a Nacional ante una obligación inmediata: mejorar su efectividad desde el punto penal ante la posibilidad de que el encuentro termine definiéndose desde los 12 pasos.
Si la tendencia que se viene dando hasta ahora vuelve a repetirse -en los cuatro partidos que dirigió Ricardo Zielinski empató y luego perdió por penales- el panorama en la antesala pinta desfavorable para los tricolores, con la salvedad de que ahora, a diferencia de los amistosos previos, el cruce tendría un tiempo suplementario de 30 minutos en caso de que el empate persista en los 90.
La mala racha de Nacional y los penales no es nueva. De hecho, también condicionó en parte el inicio de la Era Repetto, que había finalizado su pretemporada con derrota clásica frente a Peñarol y luego cayó en la tanda ante San Lorenzo de Almagro. Y también se traduce a los partidos clásicos, donde no tiene un penal a favor desde hace siete años (mayo de 2016).
El asunto ocupa (y preocupa) internamente al equipo encabezado por el argentino Zielinski, quien trabaja desde el inicio de sus días en este aspecto.
De todas formas, desde el cuerpo técnico intentaron minimizar el asunto señalando que los resultados recientes no les “quitan el sueño” a la hora de prepararse. Además, saben que tienen el respaldo de la dirigencia. Al menos así lo hizo saber el presidente José Fuentes, quien dijo que no irá por el camino de otras administraciones, que, a su parecer, le dieron la espalda a los entrenadores de forma tempranera cuando los resultados no se estaban dando.
La decisión de patear seguirá quedando en manos de cada jugador que “sienta confianza” en el momento, señalaron a Ovación fuentes allegadas al DT.
CIFRAS
Yendo a los números fríos, Nacional arrastra una seguidilla de cinco derrotas en las últimas cinco definiciones por penales, pese a que ninguna de ellas correspondió a partidos oficiales. Los últimos 10 antecedentes (contando amistosos y oficiales) por esa vía marcan un balance que está por debajo de lo esperado para un equipo grande: apenas tres victorias en 10 partidos, lo que deja un saldo de 30%.
A FAVOR
La penúltima vez que Nacional jugó la Supercopa Uruguaya y la ganó fue en 2019. En esa oportunidad se impuso a Peñarol, su tradicional rival, en la tanda de penales.
Fue la primera -y hasta ahora única- vez que la edición se definió de esa manera, pero no el registro más reciente de un triunfo tricolor desde el tiro penal.
En el debut de la pretemporada 2022, Nacional derrotó 4-2 a Ñublense de Chile después de igualar en goles (2-2), cuando Repetto recién había tomado las riendas del equipo.
DEFINE
En esta ocasión, aunque la Supercopa no cambie a efectos prácticos la opinión de la dirigencia sobre el cuerpo técnico, el partido tiene un peso para el entrenador, que va en busca de su primer triunfo oficial.
Es importante desde lo emocional, pensando en el comienzo del Campeonato Uruguayo el próximo 4 de febrero, y también para evitarse tener la primera piedra en el camino por parte de la hinchada.
La edición 2023 será la sexta disputa del certamen y la quinta oportunidad en que los tricolores están en la definición. Hasta el momento, levantaron la copa en dos oportunidades.
POSIBLES LANZADORES
Aunque normalmente el resultado de una tanda depende de la suerte y el azar, el plantel de Nacional tiene algunos pateadores que son garantía en los penales. Uno de ellos, desde su arribo al club, ha sido el argentino Emmanuel Gigliotti, quien al día de hoy es uno de los principales encargados. El otro, que estrelló su remate al palo en el clásico contra Peñarol, después de haber hecho un gran partido, es el número 10, Franco Fagúndez. Sergio Rochet en el arco también demostró que es capaz de invertir su rol y patear cuando sea necesario. Y Gastón Pereiro, por pegada y jerarquía, apunta a ser un fijo en pelota parada pese a haber fallado el lunes.