Con información de EFE
Este sábado desde las 16:00 horas de Uruguay, Manchester City y el Inter de Milán disputarán la final de la Champions League 2023. El encuentro se disputará en el Estadio Olímpico Atatürk de Estambul (Turquía).
Si el encuentro no se define en los 90', se procederá a tiempo suplementario y de mantenerse el empate, se pasará a los penales.
El Inter ganó tres veces el torneo continental, aunque las dos primeras son consideradas como la antigua Copa de Europa. Los negriazules fueron campeones en 1964 (3-1 contra Real Madrid), 1965 (1-0 ante Benfica) y 2010 (2-0 frente a Bayern Munich). Entonado tras eliminar a su clásico rival Milan en semifinales, los dirigidos por Simone Inzaghi van por su cuarta estrella.
El City, por su parte, va por su primer título en este certamen. En 2021 llegó a la final, donde cayó 1-0 ante el Chelsea. El equipo que dirige Pep Guardiola llega tras eliminar a Real Madrid.
¿Dónde verlo?
En Uruguay el partido se podrá ver por Espn a través de las señales de cables o en Star+ en Streaming.
Posibles alineaciones
Manchester City: Ederson; Walker, Dias, Akanji, Stones; Rodri, Gundogan, Silva, De Bruyne, Grealish, Haaland. DT: Guardiola.
Inter de Milán: Onana; Darmian, Acerbi, Bastoni; Dumfries, Barella, Calhanoglu, Mkhitaryan o Brozovic, Dimarco; Dzeko, Martínez. DT: Inzaghi.
Estadio: Atatürk Olympic Stadium de Estambul (Turquía).
Árbitro: Szymon Marciniak (Polonia).
La previa
Historia contra presupuesto, Inglaterra contra Italia y Guardiola contra su eterna obligación. Manchester City e Inter de Milán se medirán este sábado en una final inédita de la Champions League y en la que los ingleses deben batallar con un favoritismo extremo, la gloria del triplete y la posibilidad de derribar la mayor barrera mental de su historia; mientras que los italianos aparecen con el papel de arruinar la fiesta y encomendados a revitalizar el fútbol de su país con un título tan inesperado como brillante.
"A historia nos ganan", dijo Guardiola, consciente de la inferioridad en los libros de su equipo frente a un tres veces campeón de la competición, pero advirtió también: "La historia no juega". Bien lo sabe después de haber eliminado al Real Madrid y cerrar su herida del año pasado.
Vencer a los merengues terminó con muchas de las dudas que rodeaban a este club y a estos jugadores y supuso una final anticipada que ahora tendrán que rubricar en Estambul. La que puede ser una de las finales más decantadas a priori de las últimas dos décadas es el último obstáculo de un City que ganó Premier League y FA Cup y opta a convertirse en el segundo inglés en conquistar los tres grandes títulos en la misma temporada.
Esta responsabilidad puede pesar en las piernas de los jugadores del City, donde no hay ningún ganador de la competición, pero esa inexperiencia la cubre el talento y la calidad pura de los Kevin de Bruyne, Erling Haaland, Jack Grealish e Ilkay Gundogan. Es el partido que define una generación que arrancó en 2008 con la compra de Emiratos Árabes Unidos y que culmina en la misma temporada que el club fue acusado por la Premier de 115 irregularidades financieras, un lunar que conviene no olvidar al mencionar los éxitos del Manchester City, siempre bajo la sombra del dopaje financiero.
Guardiola confiará en el esquema de tres defensas en ataque con John Stones como centrocampista adicional cuando tengan la pelota y en dos extremos con tendencia a ir para dentro, como Grealish y Silva. Estos estarán escoltados en el centro del campo por Gundogan y Rodri, con De Bruyne como enganche.
Trece años después de su última final de Champions, aquella que levantó con José Mourinho como entrenador en 2010, año del mítico triplete que esta temporada quiere rubricar el City, el Inter de Milán vuelve a soñar con tocar el cielo con la cuarta Champions de su historia, esa de la que solo le separa la trituradora de Mánchester, una máquina casi perfecta de fútbol, ávida de su primera Orejona en un partido en el que es claramente favorita para quedarse con el título.
Pero al Inter no le preocupa no ser favorito. Es más, se siente cómodo en esta posición en la que nadie apuesta por él. Es una manera de jugar con menos presión y de mantener las opciones de dar una sorpresa, aunque para hacer tambalear al equipo de Guardiola tendrá que ser impecable en todo lo que haga y en todas sus líneas.
Onana bajo palos y los tres habituales en la línea de centrales, Bastoni, Acerbi y Darmian, tendrán que frenar a Haaland sin perder de vista el vendaval ofensivo que le acompaña. Pero si son capaces de mantener el nivel de solidez que mostró en las grandes citas, aumentarán las posibilidades del Inter de victoria.
Y es que aunque no haya sido una temporada fructífera en la Serie A, el Inter sacó su mejor versión en la competiciones de eliminatoria y conquistó la Copa Italia, en lo que fue la séptima final ganada de las ocho que disputó Simone Inzaghi en toda su carrera, un auténtico especialista en finales que intentará mantener su pleno con el Inter, con el que no conoce la derrota en los partidos con título en juego.
El técnico formará con su once tipo, el 3-5-2, aunque con la duda de si colocar a Brozovic o a Mkhitaryan, recuperado de su lesión que lo apartó en los últimos cuatro partidos. Barella y Calhanoglu intentarán encontrar la profundidad de Dimarco y Dumfries por los carriles exteriores; y a Lautaro.
Fijo en la ofensiva, el argentino, que busca el doblete Champions-Mundial, estará acompañado previsiblemente por Dzeko, titular en todos los partidos importantes por delante de un Lukaku que, sin embargo, está en el mejor momento de una amarga vuelta al club en el que encontró su mejor versión.