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El Manchester United sostiene su condición de favorito en la Europa League, ganador en Milán por 0-1 en el partido de vuelta de una eliminatoria que lo desafió hasta el último instante. Los "Diablos Rojos", sin Edinson Cavani, clasificaron para cuartos de final por el gol en el inicio del segundo tiempo de Paul Pogba, definitivo para su equipo. 

El centrocampista francés, que estuvo fuera de competición durante el último mes, entró para el comienzo del complemento por Marcus Rashford y aclaró el rumbo del Manchester United.

El gol de Pogba llegó tras unos cuantos rebotes. Milan no fue capaz de alejar el balón de su área en unos cuantos intentos, no fue capaz de aprovecharlo tampoco el United en dos ocasiones, hasta que la pelota le cayó a Pogba a un metro de la portería, en un lateral. La pisó, miró y batió a Donnarumma (0-1).

Ni la entrada de Zlatan Ibrahimovic para los últimos 25 minutos, con un cabezazo que rozó el 1-1 y que salvó Henderson, ni las intenciones ofensivas del Milan, ni sus apariciones por el área contraria alteraron un encuentro tenso y al filo del alargue hasta el final. 

Ni en sus peores imaginaciones hubieran intuido el Tottenham ni Jose Mourinho una noche así en su visita al Dinamo Zagreb, con el que sufrió un sonoro fracaso en los octavos de final de la Europa League, eliminado en la prórroga por el campeón croata y, sobre todo, por Mislav Orsic y tres golazos (3-0). Su nombre, su sensacional partido y sus tres tantos escribieron el relato y el desenlace imprevisto de una eliminatoria que viajaba de Londres con un 2-0 a favor del conjunto británico.

Orsic desató la rebelión del Dínamo Zagreb en el minuto 62, cuando controló con la izquierda, se acomodó la pelota con la derecha y soltó una parábola perfecta desde la esquina del área al ángulo del arco visitante, inalcanzable para Hugo Lloris.

El Tottenham tuvo el empate, ya con Gareth Bale sobre el terreno de juego desde la hora de encuentro, pero fue de nuevo Orsic el mejor de todos, resolutivo en la culminación de la desbordante jugada colectiva del Dínamo Zagreb de la que no se enteró el conjunto inglés, desbordado por la ambición rival, directo a la prórroga por un 2-0 que puso todo en ebullición. 

No la evitó Harry Kane, con un cabezazo parado por el golero Livakovic, un muro insuperable para el Tottenham y su goleador, en un buen centro de Bale, y el equipo dirigido por Mourinho se dirigió hacia el precipicio en el tiempo extra, doblegado por Orsic, que condujo, regateó y marcó el 3-0 en el segundo tiempo del alargue.

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