Redacción El País
El uruguayo Manuel Ugartefue uno de los jugadores de la selección uruguaya que, luego de una exigente doble fecha con la Celeste, regresó a su club y tuvo que jugar rápidamente. El ex PSG ingresó desde el banco en el inicio de la era Ruben Amorim, un entrenador que lo conoce bien, en Manchester United.

El entrenador portugués llegó a los Diablos Rojos entre bombos y platillos luego de haberse consagrado campeón de liga con el Sporting Lisboa, equipo donde hace algunas temporadas puro dirigir a dos figura del actual United, Bruno Fernández y el propio Ugarte.

"Disfruté mucho en Lisboa, donde estuve casi tres años. Es un lugar cálido, porque todos te tratan bien y eso te permite hacer muchos amigos. Eso me ayudó a sentirme cómodo y tener éxito. Teníamos un gran entrenador, que también me ayudó mucho”, dijo el uruguayo sobre Amorim en declaraciones al sitio oficial de United.

Manu viene de ser el héroe convirtiendo el último gol en la victoria agónica de Uruguay ante Colombia en Montevideo y fue titular ante Brasil en el empate en Salvador de Bahía.

Seis días después, el surgido de Fénix estuvo a la orden en el primer partido de Ruben Amorim al frente del equipo inglés e ingresó a los 56 minutos en lugar de Casemiro.

El debut del nuevo entrenador comenzó como era esperado: Marcus Rashford abrió la cuenta a los dos minutos frente al Ipswich que está en zona de descenso directo, pero el equipo local llegó al empate antes del descanso y el marcador no sufrió más modificaciones.

"Quiero decirte cosas hermosas, pero soy honesto. Creo que vas a ver una idea, puede que te guste o no, pero vas a ver un posicionamiento y el tipo de nivel que queremos alcanzar", había declarado Amorim antes del primer partido y es que recién a partir de esta semana el portugués tendrá el plantel completo a disposición.

Al finalizar el encuentro, tras el empate 1-1, Amorim tuvo un primer gesto que muestra su liderazgo. Mientras sus jugadores se retiraban a vestuarios se aseguró de que los futbolistas cambiaran de dirección y cada uno de ellos fuera a saludar a los fanáticos de Manchester United que había viajado para verlos.