El fin de semana pasado, el París Saint Germain (PSG) se enfrentó al Olympique de Marsella en el clásico de la Ligue 1, y el resultado fue una victoria contundente de 4-0 para el equipo parisino. Entre los jugadores que destacaron en este encuentro se encontraba el mediocampista uruguayo, Manuel Ugarte, quien vivió su primer clásico con el PSG y compartió sus pensamientos y emociones con la prensa del club.

Para Ugarte, este partido tenía un significado especial desde el principio. En sus propias palabras: "En el club ya se sentía que era un partido especial, por suerte ganamos y lo encaramos como fue. Sin duda lo viví contento, antes del partido un poco nervioso, pero muy contento por el ambiente más que nada".

Una de las cualidades que distingue a Ugarte es su confianza en la cancha. Como él mismo señala: "Un jugador con confianza no tiene nada que ver con un jugador sin confianza, el mismo con y sin confianza son dos jugadores diferentes". Esta confianza no solo es evidente en su juego, sino que también se traduce en la responsabilidad que asume en cada partido. El exFénix confiesa que sabe que está capacitado y no teme asumir la presión que conlleva.

Durante el clásico, destacó la importancia de las pelotas divididas, un aspecto clave en un partido tan disputado. Ugarte reconoce que "en los clásicos son importantes las pelotas divididas, cuando hay choque es importante que París haya ganado muchos porque a veces el resultado pasa por eso".

El apoyo de la hinchada también juega un papel fundamental en el rendimiento dijo el uruguayo. "Me pone contento porque en el fútbol muchas veces las decisiones defensivas pasan desapercibidas y no se notan. La verdad es que en el Estadio escucho los aplausos y eso me llena de confianza", menciona.

En cuanto a su estilo de juego, Ugarte destaca su habilidad en la recuperación de la pelota. Para él, anticiparse a la pérdida del balón es instintivo: "Cuando alguien, un extremo, o sea el jugador que sea yo siento que puede perder la pelota, ya estoy cerca para tratar de recuperarla". Esta capacidad innata de leer el juego le ha valido el reconocimiento como un mediocampista confiable y efectivo y a ganarse rápidamente un lugar en el once de Luis Enrique.

Ugarte también resalta la importancia del equilibrio en un equipo grande como el PSG, donde los mediocampistas deben ser versátiles tanto con la pelota como sin ella. En sus palabras, "el mediocampista hoy en día además de ser bueno sin pelota tiene que ser muy bueno con pelota porque el fútbol cambió y los mediocampistas hacen las dos cosas".

La influencia del entrenador Luis Enrique en su desarrollo ha sido importante. Ugarte afirma: "Hablo mucho con él, también estoy abierto a aprender porque sé que me falta mucho todavía, soy muy joven. Pero sí, noto una mejora, estoy con confianza. Me parece que Luis Enrique es especial para hacer eso".

El ambiente en el vestuario también es un factor clave en el rendimiento del PSG, según Ugarte. La camaradería —que tanto se ha cuestionado en la interna del PSG en los últimos tiempos— entre los jugadores se traduce en un mejor desempeño en el campo: "Es importante para todos, porque el París son los jugadores, el coach, el staff, la afición y que estemos todos en la misma sintonía es importantísimo para ganar los partidos". Además, que destaca que la humildad es un valor que resalta como esencial para mantener esta armonía.

Al final del día, lo que motiva a Manuel Ugarte es la satisfacción de hacer las cosas bien y ganar. Para él, el fútbol es una pasión que le brinda momentos de felicidad inigualables. "Cuando terminó el partido la verdad que me quedé muy contento, muerto, pero feliz con la satisfacción que te da el fútbol y hacer las cosas bien", comparte con entusiasmo.