Por Alberto Sobrero
Marcelo de Souza (47) tiene un gran anhelo en esta etapa de su vida: ser director técnico. El exfutbolista de Peñarolestudia y se prepara para ello, aunque tiene en claro que no será fácil insertarse en el fútbol uruguayo. Por eso, una vez que tenga el título va a “llamar a esos ‘amigos’ del fútbol” para que le den una mano. En una entrevista con Ovación habló sobre lo complejo que es que le den una oportunidad a una persona de color para que dirija un equipo, su gran amistad con José Luis Félix Chilavert, cuando estuvo cerca de Nacional y la vez que lo amenazaron de muerte.
De Souza tiene una vasta trayectoria en el fútbol. El exjugador formó parte de los últimos tres campeonatos Uruguayos que le dieron el segundo quinquenio a Peñarol (1995, 1996 y 1997), luego ganó dos más con el mirasol (1999 y 2003).
Jugó en China, Argentina, Irán y Honduras. Sin embargo, no pudo realizar una diferencia económica. “En aquellos tiempos era muy difícil hacer una diferencia económica si no te ibas a Europa. Hoy en día hay muchos mercados donde los futbolistas pueden ir a jugar para hacer una diferencia y vivir tranquilos en Uruguay: Centroamérica, China, Brasil, entre otros”, argumentó.
“En mi etapa en Peñarol (que fue de nueve años) pude cumplir con mis dos grandes objetivos: comprarle una casa a mis padres y una para mí. Ahora pretendo volver a estar en una cancha de fútbol como técnico para hacer una diferencia”, afirmó.
A De Souza le quedan dos años para culminar el curso de entrenador. En paralelo a los estudios, el exjugador de Peñarol tiene un trabajo en el Palacio del Café con el propósito de que le entre “dinero para solventar los gastos del curso”.
Hace un año y medio que trabaja en esa empresa. Cumple un horario de ocho horas y todo lo hace enfocado en un gran objetivo: volver al mundo del fútbol.
Sabe que no será fácil y añadió otra dificultad: su color de piel. “El otro día me encontré con Darío Rodríguez (ayudante de campo de Diego Alonso) y me dijo algo que después me puse a pensar: no encontrás más de dos personas de color dirigiendo a un equipo en Uruguay. Y luego pensé, que no sé si encontrás en otras partes del mundo. Por eso es un desafío lindo que quiero pasar”, sostuvo.
En agosto terminará la primera licencia del curso de entrenador y ello le permitirá dirigir equipos amateurs. De Souza ya tiene pensado qué hará cuando se reciba. “Vamos a ver a los famosos ‘amigos’. A ver si con el título en la mano se acuerdan de uno”, dijo.
“No existen los ‘amigos’ en el fútbol y lo mismo para los dirigentes porque cuando el jugador está vigente les sirve. Después que ellos consiguen los objetivos, se olvidan del futbolista”, añadió.
Su amistad con Chilavert que lo llevó a Argentina
El paraguayo José Luis Chilavert arribó a Peñarol en 2003. El mirasol estaba a nueve puntos de Nacional en la Tabla Anual y todo hacía pensar que iba a ser muy difícil poder torcer ese panorama tan desfavorable. Aunque, desde la llegada del golero, todo cambió y el Carbonero fue campeón.
Marcelo de Souza afirmó que desde el inicio se hizo amigo de Chilavert. “Siempre lo traté como uno más. Es más, le decía ‘gordo’ de forma cariñosa”, dijo.
“Nunca vino siendo la gran figura del equipo, sino que vino con una humildad bárbara y siempre luchando por los jugadores más jóvenes”, agregó.
En 2004, De Souza se fue a Vélez Sarsfield y esa operación se gestó por Chilavert. El golero paraguayo es ídolo en ese club ya que ganó diez títulos con esa camiseta. Entre los que se destacan la Copa Libertadores y la Intercontinental en 1994.
“Chilavert tuvo que ver en todo para que yo fuera a Vélez. Cuando se terminó la temporada 2003, él me preguntó si me gustaría jugar en Argentina porque en ese año se acababa mi contrato con Peñarol”, contó.
“El 23 de diciembre me llamó y me dijo que me iba a llamar el presidente de Vélez. No lo tomé en serio, pero el 24 me sonó el teléfono, atiendo y era el presidente de Vélez, Raúl Gámez. Me comentó que había hablado con Chilavert y me preguntó si podía viajar dentro de dos días a Argentina para hacerme el chequeo médico y así poder hablar de mi contrato”, manifestó.
“Viajé, hice la revisión médica y salió todo bien. Mi representante arregló mi contrato y lo firmé enseguida. Todo se dio tan rápido porque estaba apadrinado por Chilavert”, recordó De Souza con mucha efusividad.
Su fascinación por China y las amenazas en Irán
Marcelo de Souza tiene la particularidad que durante su carrera jugó en dos mercados que no son muy habituales para los futbolistas uruguayos: China e Irán. El exjugador de Peñarol quedó fascinado con el estilo de vida que desarrolló en el gigante asiático en 2001.
“Se trató de una gran experiencia y que me fue muy bien en lo personal”, contó. “La vida no era tan diferente a lo que hacía en Uruguay ya que había ido con mi familia. Entrenaba de mañana, almorzaba en casa y después salíamos a recorrer porque había muchos lugares de esparcimiento. Pasé espectacular y, sinceramente, no pensé que China estaba tan desarrollada en ese momento”, añadió.
No obstante, en 2002 volvió al mirasol. “Se venció el préstamo y decidí quedarme en Peñarol. Aunque después, con el transcurso del tiempo, pensé: por qué no me quedé en China”, recalcó De Souza.
En 2007, su estadía en Irán fue muy diferente ya que lo definió como “un país muy complicado” en el que “la cultura y las leyes hay que respetarlas y cumplirlas a rajatabla”.
“Se trató de una experiencia muy compleja porque pasé por muchas cosas. Una de ellas fue las amenazas de muerte a todo el equipo debido a que no ganábamos en el campeonato. Esa fue una de las grandes razones por las que resolví volver a Uruguay”, enfatizó.
“Irán tenía muchos problemas con Estados Unidos y veía, desde mi casa, el desfile militar con armas nucleares. Eso llevó a que decidiera irme de ese país”, recordó.
A pesar de todo ello, De Souza recordó un aspecto muy positivo de su pasaje por el fútbol iraní, y es que logró ser el “primer futbolista uruguayo en convertir un gol en esa liga”.
La vez que estuvo cerca de ir a Nacional
Marcelo de Souza está muy identificado con Peñarol. “Siempre voy a verlo cuando juega en el Campeón del Siglo”, aseveró. Sin embargo, como él fue un futbolista profesional entendía que no podía dejar pasar una buena oferta a pesar de su sentimiento por el conjunto mirasol.
En ese sentido, el exzaguero aseguró que en 2007 tuvo la posibilidad de jugar en Nacional. “El director técnico era Daniel Carreño y me llamó para ver si me interesaba jugar ahí”, comentó.
De Souza le contestó a Carreño que, a pesar de su sentimiento por Peñarol, no tenía problema de jugar en el tricolor “si el ofrecimiento económico llegaba a ser muy bueno”, ya que se trataba de su trabajo. Al final “ni siquiera” se sentaron a hablar con una propuesta formal y todo quedó en un simple sondeo.
De Souza recuerda en todo momento su amor incondicional por Peñarol. Las cuatro finales que le ganó a Nacional y que fue el futbolista que anotó el último gol del segundo quinquenio del mirasol (en la final ante Defensor Sporting). No obstante, ahora está enfocado en prepararse para lo que será cumplir su gran deseo y es volver al fútbol. Su lugar en el mundo.
Cifras
Los campeonatos Uruguayos que ganó con Peñarol.
Los partidos que disputó con la selección uruguaya.
Los países donde jugó a lo largo de su carrera como futbolista.
La cantidad de clubes que defendió en su etapa como jugador.
Los puestos donde jugó: volante y defensor central.
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