El controversial caso de Bruno Arady, juvenil que el pasado julio cumplió los 17 años, encendió las alarmas de los hinchas de Nacional, que en buena medida se molestaron cuando trascendió el anuncio confirmado de su partida al Feyenoord de Países Bajos.

¿Era cierto? Sí, y estaba todo más que avanzado. Ovación se pudo comunicar con Daniel —su padre, que está radicado en Luxemburgo, a 370 kilómetros de donde se iba a mudar—, quien muy amablemente dio la confirmación de que había un acuerdo de palabra para que emigrara. Y así lo confirmó también su representante Pablo Boselli y un dirigente de Nacional, que fue consultado en su momento.

El pasado domingo, sin embargo, el periodista Martín Charquero dio cuenta de un cambio de planes al anunciar que se prolongaría su estadía en Nacional al menos hasta diciembre. Todo esto después de que el presidente Alejandro Balbi se involucrara en el tema y tuviera una conversación a la distancia con Daniel, el padre del chico, que está radicado hace meses en Europa por motivos laborales.

¿Qué pasó en el medio? Balbi recibió un informe del asesor legal de Nacional Hernán Navascués, quien a través de un documento le enumeró una serie de pros y contras que podía considerar el club si decidía elevar el caso a FIFA para iniciar un reclamo. Pero mucho antes de considerar ese paso —que hubiese estado en discusión si finalmente rescindía su contrato—, decidió ir por el camino del diálogo. Y la jugada le salió de 10.

Le transmitió a la familia que el club estaba atravesando un momento "complejo" desde el punto de vista deportivo y político y que había sido una "sorpresa" el anuncio de su salida. También mostró empatía por la situación personal, le aseguró contención y ambas partes se entendieron perfecto.

Francisco Flores/Archivo El Pais

Bruno, el principal involucrado, estuvo en contacto con el presidente —que se tomó la molestia de hablarle— y recibió el sostén de Rafael García, el entrenador de Tercera División que lo subió a jugar con la categoría.

Si bien siempre se mostró muy apegado a su padre, también reconoció que estaba a gusto en la institución y fue por eso que, en común acuerdo con Fernanda, su madre, decidió que finalmente lo mejor era quedarse en Uruguay, por lo pronto hasta diciembre, y seguir cursando Sexto de Ingeniería en el Liceo Palotti.

Boselli ofició de intermediario con el Feyenoord para comunicarle el giro en los planes de la negociación. Según pudo saber Ovación, desde Países Bajos se tomaron de buena manera el aviso bajo el entendido de que pretendían una desvinculación "prolija". Ahora "van a esperar" a los próximos meses, aunque sabiendo que el paso del tiempo puede cambiar muchas condiciones.

Foto: @Nacional.

Arady firmó contrato profesional con Nacional en agosto de 2023 por un período de tres años, según pudo corroborar Ovación. Ya desde antes de que sellara ese vínculo, su padre había planteado la posibilidad de que emigrara dado que estaba evaluando la opción de trasladarse a Luxemburgo con su pareja, también incluyendo a su hijo. En Nacional hubo una "desconexión" con ese aviso, informó una persona cercana a la interna.

Ahora, el jugador seguirá bajo el cuidado de Fernanda, su madre, que suspendió un proyecto que tenía previsto en Europa a raíz de la decisión. Martín Lasarte, enterado del caso, dio su veredicto y aseguró que lo incluirá pronto en el plantel de la Primera División como uno de los proyectos que Nacional pretende potenciar para el futuro.