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Por Alberto Sobrero
Mario Saralegui aprovecha el tiempo libre y trata de disfrutarlo con su familia en Artigas, pero en todo momento está pendiente de Peñarol, el cuadro de sus amores. Siempre lo mira y se ilusiona con volver ya que, según él, está “en deuda” con el club. En una entrevista con Ovación habló sobre cómo ve al Carbonero de cara a la temporada 2023, el consejo que le daría a Alfredo Arias, la razón por la que cree que Walter Gargano dejó la institución, opinó sobre la gestión de Ignacio Ruglio y respecto a la actuación de Uruguay en el Mundial de Qatar 2022.
Tras conseguir el objetivo de mantener a Cerro Largo en Primera División, Saralegui afirmó que aún no “recibió una oferta” que lo tentara para dejar la tranquilidad de Artigas y así volver al ruedo.
Indicó que una de las posibilidades que tiene es la de encabezar el proyecto del Club Atlético Artigas, que disputa la Primera División Amateur (la ex C).
¿Cómo viene ese proyecto?
Este año estamos pensando de que el equipo juegue acá (en Artigas). Sería interesante porque afecta (de buena manera) al fútbol del departamento. Es interesante porque recién empieza.
¿Cómo ve a Peñarol para esta temporada?
Peñarol trajo jugadores y ahora lo que tiene que hacer es armar el equipo y eso lo va a ir consiguiendo con el transcurso de los partidos. Lo bueno es que Nacional trajo un director técnico extranjero (Ricardo Zielinski) y también le va a llevar tiempo. Los dos están en una situación similar por lo que seguramente van a perder puntos en el arranque. Cuando un técnico llega a un equipo siempre le lleva tiempo encontrar a los titulares.
¿Qué le pareció la designación de Alfredo Arias como entrenador de Peñarol?
Es buena gente, ya que jugó (como delantero) con nosotros en Peñarol (en 1980-1981). Él vino cuando se fue Fernando Morena del club y le fue muy difícil suplantarlo. Estuvo un tiempo, pero luego salió. Actualmente, dirige al equipo y le deseo lo mejor. Sin embargo, Arias no es del perfil histórico de Peñarol porque él dice que “sale a buscar los partidos”. Por eso siempre repito lo que me tocó vivir a mí: Peñarol es un equipo fuerte en el mediocampo y que aprovecha los contragolpes. Así ganó muchas cosas. Ahora hay otro fútbol en el que se presiona y en el que siempre se intenta salir jugando. Pero, en mi caso, la mayoría de los puntos que hice en Cerro Largo fueron siendo un equipo sólido que aprovechó los contragolpes.
¿Qué consejo le daría a Arias para dirigir a Peñarol?
Nunca me gustó quedarme con una única filosofía de juego. Porque en el fútbol hay dos momentos claves: cuando tenés la pelota y cuando no la tenés. Hay un montón de cosas y es un juego muy complejo que no se puede definir de una única forma. Después hay otro tema: el cuadro chico ataca, ataca, ataca y el grande es el que hace el gol. El equipo grande tiene que defender muy bien porque siempre va a ir para adelante ya que lo van a llevar los hinchas desde las tribunas.
¿Qué piensa cuando escucha que desde Peñarol afirman que hace 20 años que la AUF favorece a Nacional?
Las veces que me tocó dirigir a Peñarol, que fueron en tres oportunidades, no sentí que existiera algo de eso. Jamás percibí presión arbitral, ni que me hayan perjudicado. No sé con qué argumentos dicen eso.
¿Lo ilusiona este Peñarol?
Jugadores hay para pelear el Campeonato Uruguayo. El verdadero tema es encontrar el equipo y lo otro son los futbolistas de edad, que te dan algunas cosas y otras no. Por ejemplo: te dan experiencia y manejo de los momentos de los partidos. Sin embargo, nunca van a tener la dinámica de los jugadores jóvenes. El fútbol de hoy es muy intenso. Entonces para lograr la intensidad del fútbol actual tenés que sumar dinámica y rendimiento de algunos futbolistas.
¿Cree que Walter Gargano dejó Peñarol por el cambio de camiseta con Luis Suárez?
Fue una situación que no le gustó a la gente de Peñarol y a mí tampoco. El problema del futbolista grande es que llega un momento de que manda más de lo que juega. Es decir, se hace fuerte en el grupo. Porque son parte importante del club y la trascendencia que tienen no es tanto en la cancha, sino que tiene que ver con lo que hacen en el vestuario para bien como para mal. Además, son figuras y tienen un nombre importante que provoca varios rumores a la hora de su salida del club. Si el cambio de camiseta entre Gargano y Suárez se hubiese dado antes del partido, habría sido una gran idea. Pero se llevó a cabo en el entretiempo del clásico y eso generó violencia ya que había hinchas de Peñarol en el Gran Parque Central. Sin embargo, considero que la salida de Gargano no fue por esa razón, sino que se debió a su rendimiento y a la afección que tuvo en el grupo.
¿Afección en el grupo?
Lo que podía llegar a afectar Gargano al grupo por no jugar y, seguramente, lo iba a realizar sin darse cuenta. Eso es algo que le sucede a los futbolistas sin importar la edad que tengan. Después, cuando se vuelven entrenadores, entienden algunas cosas que no veían cuando eran jugadores.
¿Considera que Bengoechea debía continuar en Peñarol como gerente deportivo?
No había ninguna posibilidad de que siguiera en el cargo después de lo que fue la temporada pasada de Peñarol. Para saber si está bien o está mal hay que ver los resultados. Creo que se debería juzgar por los hechos. En este caso hay cero chance de que se vaya del club. Y la gran razón es que él entró cuando Ignacio Ruglio asumió la presidencia de Peñarol y se va a ir cuando Ignacio Ruglio se vaya del club.
¿Qué opina sobre el argumento de la actual directiva que dice que está bajando el pasivo del club?
Siempre debe existir un equilibrio: no podés terminar a 20 puntos de Nacional en el Campeonato Uruguayo y quedarte con la plata guardada. El equilibro es fundamental porque, como equipo grande, tenés que armar un cuadro que pelee por todo. Históricamente Peñarol siempre pone futbolistas juveniles y se venden muy rápido. Entonces, por qué vas a tener 20 millones de dólares guardados en el banco si pagando todo el presupuesto del plantel vas a estar bien. A su vez, veo que se están haciendo muchas obras en el club y eso es algo bueno. Está la construcción de la Ciudad Deportiva, Las Acacias, que está quedando espectacular, y más. Pero, vuelvo a lo mismo, es necesario tener un equilibrio porque, a las pruebas me remito, fue un error haber vendido todo y no reforzar al equipo para la temporada pasada. La gente quiere ver al cuadro ganar y todos los equipos de fútbol deben hacerlo, como todas las empresas, porque es difícil que siempre estén 0 a 0.
¿Sueña con tener otra posibilidad de dirigir a Peñarol?
Siempre estoy en el bolillero para ser entrenador de Peñarol y nunca le diría que no, porque estuve mucho tiempo dentro del club como jugador, coordinador y entrenador. Además, siento que le debo mucho y, sinceramente, me gusta ya que no es lo mismo verlo desde Artigas que estar adentro del campo de juego.
¿Qué consejo le daría a Ignacio Ruglio?
Ser dirigente de Peñarol es un privilegio. Que la gente de Peñarol te haya votado es un verdadero privilegio. Siempre tienen que pensar que ellos (los dirigentes) tienen la suerte de que la gente los votó. Tienen una responsabilidad enorme con todos los hinchas y, por lo tanto, el club siempre debe estar por encima de los intereses personales y también de los interés políticos. Y si algún momento realizan algo que dañe a la institución deberán irse inmediatamente.
¿Qué le pareció la actuación de Uruguay en el Mundial?
Los procesos de cambios llevan tiempo, como fue el caso de la salida de Óscar Tabárez de la selección uruguaya. Llegó Diego Alonso y en principio ganó los partidos “ganables” porque eran selecciones que estaban eliminadas (Paraguay, Venezuela, Perú y Chile). Sin embargo, la gran pregunta era saber si el rendimiento de esos cuatro partidos de la Eliminatoria Sudamericana se podía mantener en la Copa del Mundo de Qatar y, claramente, no se consiguió. Ahora la selección está inmovilizada porque hasta que no se defina el tema del presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) no habrá novedades (ganó Ignacio Alonso). Porque este proceso de Diego Alonso no está muy estabilizado ni nada por el estilo.
¿Cómo vio a las elecciones de la AUF?
Estuvieron muy polarizadas, pero esa situación se da desde hace mucho tiempo. El fútbol está muy dividido con los equipos ya que tienen posiciones encontradas y es visible. Es por ello que se debe dejar de lado los egos y pensar en el fútbol.
¿Y qué le pareció la actuación de la selección uruguaya Sub 20 en el Sudamericano de Colombia días atrás?
Me encantó y fue una actuación espectacular. Debemos agradecer el esfuerzo de los jugadores. Además, siguen saliendo grandes futbolistas en el Uruguay. Lo que es un milagro para algunos países, para nosotros es una sana costumbre. Lo que pasó ante Brasil (encuentro que Uruguay cayó 2-0 y por lo que se le escapó la chance de ser campeón del certamen después de haber estado siempre primero) es que se dio un partido en el primer tiempo y otro en el complemento. Hubo varios futbolistas que disputaron casi todos los encuentros y en el segundo tiempo ante Brasil se sintieron muy cansados. Esa fue la impresión que me dejó.