Matías Britos: por qué se retira a los 35 años, la colección que le robaron y sus pasos por Atenas y Peñarol

Dice adiós al fútbol profesional pero seguirá vinculado al deporte. El sábado tuvo una emotiva despedida en la cancha que lo vio crecer, la misma en la que debutó su padre y recordó a su madre.

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Matías Britos.
Matías Britos.
Foto: Ricardo Figueredo.

En la misma cancha que había debutado su padre y luego él mismo, Matías Britos (35 años) se despidió del fútbol como jugador profesional. Lo hizo con su familia carolina alentando desde la tribuna, su abuelo con la camiseta que utilizó en la selección uruguaya del 2011 y su abuela con la del León de México, país en el que su carrera alzó vuelo. Romina, su esposa, la encargada de su despedida virtual, y sus hijos Paz (9) y Bautista (5), no abandonaron -nunca lo hacen-. Tampoco faltó el recuerdo a su mamá, que lo cuida desde arriba desde 2020. “En el momento del cambio, cuando salí, se lo dediqué a ella”, confiesa el delantero de Atenas de San Carlos.

Aunque falta una fecha para que finalice la Segunda División Profesional, Matías quiso cerrar esta etapa de local, ya que el próximo partido Atenas visita a Sud América. “Voy a estar hasta el último día con los compañeros, pero siempre soñé con retirarme en esta cancha, porque soy hincha, ahí me formé como jugador y como persona”, confiesa el delantero que siempre tuvo en claro que colgar lo botines sería una decisión propia, no la consecuencia de no tener club o una lesión. “Quería retirarme joven, sano y en Atenas. Mi padre jugó acá y mi tío abuelo es uno de los ídolos más importantes del club”, sostiene Britos. Y explica que también tomó esta determinación para estar más presente en su familia. “Los niños están grandes y te empiezan a reclamar tiempo”, dice quien debutó a los 17 años en Primera y “nunca tuvo unas vacaciones de Semana Santa”. Tampoco pudo asistir a muchos actos de la escuela de sus hijos.

Matías Britos.
Matías Britos.
Foto: Ricardo Figueredo.

Diego Forlán (que fue su DT), Mauro Boselli (compañero en León), amigos y muchos excompañeros y exentrenadores le enviaron videos con mensajes emotivos a Matías, quien le agradeció a su esposa por la iniciativa de la “despedida virtual”. “Soy un poco anti redes sociales, pero le permití que tuviera libertad esta última semana. Me sorprendió con videos de compañeros y demás saludándome, me mató. Llegaron un montón de cosas súper lindas, la gente de México, de Uruguay, la cantidad de mensajes y otros recuerdos de hace ya cerca de 12 años”, narró.

Su larga experiencia en México y Arabia como un "crecimiento familiar enorme"

León fue su primera experiencia en el exterior. “Es el club de una ciudad que es un poco más grande que Montevideo y es una locura lo que vibra por el equipo. Salimos bicampeones y la gente te lo agradece más de 10 años después”, explica. Luego jugó en Pumas, Querétaro y Correcaminos, el último club antes de volver a Uruguay.

Matías Britos con la camiseta de León.
Matías Britos con la camiseta de León.
Foto: Archivo El País.

En medio de sus siete años en México, donde se "pulió como jugador", Britos dio un salto al fútbol árabe para jugar en el Al Hilal. Fue en 2018, cuando todavía no se veía venir el boom de este mercado. “El club buscaba vender a algunos de los jugadores y yo era de esos que hace tiempo les iba muy bien, económicamente fue una muy buena opción para el club y para mí”, recuerda Britos, que también hace referencia a cómo lo vivió su familia. “Fue un crecimiento familiar enorme por la diferencia cultural que había, todas las limitaciones que tenía la mujer en el mundo árabe, lo mismo con la familia”, dice Matías acerca de los seis meses que jugó allí, y explica que en este momento las mujeres aún no podían ir a la cancha ni conducir, lo cual fue difícil para su esposa a la que no podía dar un abrazo en público y debía hacer una fila aparte para ingresar a un restaurante.

Su experiencia con Peñarol: tres entrenadores y la espina de no salir campeón

Matías Britos
Foto: Archivo El País.
MARCELO BONJOUR

La estadía de Britos en Peñarol fue particular: fue dirigido por tres técnicos distintos: Mario Saralegui, Diego Forlán y Mauricio Larriera. “Era momento de volver, me llamaron y concretamos la operación retorno. Y qué mejor que hacerlo en un club tan grande como Peñarol, que es una gran exigencia”, expresa Matías, que jugó Copa Libertadores y Sudamericana con el mirasol. Sobre el cambio de los DT dijo: “Fue un año un poquito particular, porque fue año electoral, todos sabemos que hay mucha presión y hubo varios entrenadores. Estilo de conducción y de planificación diferente, pero yo siempre digo que en el fútbol no hay verdades absolutas y que de diferentes maneras se pueden lograr resultados y campeonatos. Lamentablemente no fue el mejor año. También nos agarró el coronavirus y todo se terminó en fines de marzo. No fue una temporada fácil. No ganar el campeonato para equipos grandes siempre es malo, yo no pude salir campeón pero me tocó jugar mucho, incluso clásicos, que son partidos importantes. Me quedo contento con lo hecho”.

Con Diego Forlán, que también dirigió en Atenas, tiene "la mejor relación”. “Diego es sencillo, buena gente y exigente. Él fue un ejemplo de profesionalismo y nos exigía eso todos los días, pero me encantó que así fuera. Es un ídolo, para nuestras generaciones siempre lo será”, comenta Britos sobre el exfutbolista de Uruguay, que ahora se desempeña en el tenis. De hecho, este miércoles debuta en el Uruguay Open 2024. “Lo fui a ver jugar al tenis una vez en Punta del Este. Es la virtud del deportista que tiene, no es que solo se le da bien el fútbol, lo hace bien en varios deportes”, comenta Matías.

El exmirasol también se refirió a la participación de Peñarol en la Copa Libertadores 2024, la cual definió como "una puerta" para el crecimiento del fútbol uruguayo.

"Que un equipo uruguayo vuelva a ser protagonista nos hace bien a todos los uruguayos, al fútbol y a la selección. No solo por el resultado, sino por el estilo. Hemos ido mejorando eso. Peñarol lo tuvo en toda la Libertadores, lo demostró y ganó en buena ley. Si bien tuvo que cerrarse y cuidar el arco en algún partido, intentó ser siempre protagonista, presionar alto", analiza Britos. Y añade: "Nos viene bien a todos, la tendencia del fútbol va hacia ahí. Los equipos uruguayos nos habíamos quedado un poquito y nos estaba costando internacionalmente. Esto es una buena puerta para que el fútbol uruguayo siga creciendo, apuntando a proponer. La verdad que Peñarol lo hizo muy bien".

Jonathan Urretaviscaya y Matías Britos

En la época que jugó en el mirasol fue cuando sufrió el robo de una gran colección de 70 camisetas. “En el tiroteo la Policía recuperó 30. Me dolió por las que no pude recuperar, por ejemplo la de Jona (Urretaviscaya), que el otro día le dije que me tiene que dar otra”, dice Britos, que tiempo después recuperó una al vérsela a una chica en la calle. "Dijo que se la habían regalado, un amigo se la pidió y ella se la dio sin problema. Las que eran mías las pude recuperar porque tenía otras guardadas, pero las otras no, y eran importantes emocionalmente para mí", añadió Britos.

Continuará vinculado al deporte: quiere dejar su impronta en los más jóvenes

Matías Britos.
Matías Britos.
Foto: Ricardo Figueredo.

“El deporte siempre va atener lugar en mi vida”, dice el delantero mientras estudia para gestión deportiva y el curso de entrenador. “No me veo dirigiendo en Primera, me gusta la formación, mi mamá era maestra. Mamé de muy chico la importancia de la educación. Me veo trabajando con los más jóvenes y aportando a las nuevas generaciones”, expresa. Su mamá falleció en 2020, en época de cuarentena, pero la causa no tuvo nada que ver con el coronavirus. “Hablamos a la noche y en la madrugada me avisaron. Siempre me acompañó, está permanente en los recuerdos”, dice Matías, que la recuerda con mucho cariño.

Los mejores recuerdos con el fútbol

Sin contar el debut y la retirada, si tiene que elegir un partido especial, Matías se limita a el día que salió campeón con Defensor Sporting. “Me quedo con el día que gané el Clausura 2012, por ser mi primer título. Me marcó porque pudo estar mi viejo, entró a la cancha y levantó la copa conmigo. Ese día me va a quedar siempre grabado”, recuerda.

En su mensaje despedida Matías hizo mención a que no le había pedido al fútbol tanto como este le había dado. “No me esperaba tener la carrera que tuve", confiesa. Y continúa: "Cuando sos chico soñás con divertirte con los compañeros. La competencia te va llevando día a día a intensificar todo. Luego llega el debut, querés ser titular siempre, y cada vez más metas. Seguro que aquel niño que era no se lo imaginaba todo esto. Hoy puedo decir que logré cosas muy lindas con el fútbol”.

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