Estadio Luis Franzini, octubre de 2015. “Juan, el guacho me pidió uno”, le dijo Andrés Fleurquin a Tejera a punto de arrancar la serie de penales por octavos de final de Copa Sudamericana entre Defensor Sporting y Lanús. Maxi Gómez había debutado en la llave anterior frente a Universitario de Lima, había entrado dos minutos y llevaba 20 ante el Granate, tenía 19 años y quería patear uno de los penales.
“Era un muchacho que subió a Primera División y se tenía fe, mucha confianza. Incluso el penal que patea no me lo pide a mí, se lo pide a Fleurquin. Yo tenía una amistad de más tiempo en Defensor con Andy, lo dirigí en juveniles, imaginate. Yo tenía los cinco para patear los penales ya pero uno me dijo que estaba cansado y lo puse a él de último”, recordó Juan Tejera. Maxi cumplió, pateó el último penal y el Tuerto eliminó esa noche al equipo argentino. Después de 15 días, el sanducero hizo su primer gol en Primera a Montevideo Wanderers en ese mismo escenario.
“Cuando subió no estaba pronto para Primera, pero se adaptó rápidamente. Dos meses lo tuvimos para que él tuviera la chance de jugar. Era un jugador potente en el área, buen físico y le decían Toro”, rememoró Tejera que lo subió al primer equipo junto a futbolistas como Mauro Arambarri, Gonzalo Carneiro y Brian Lozano.
En Paysandú ya no había quién lo marcara
Maxi es el más chico de cinco hermanos y en su natal Paysandú ya no había quién pudiera marcarlo, por lo que sus entrenadores hablaron con su hermano Carlos, que siempre fue su protector, para que se fuera a probar a la capital. “Lo único que le gustó toda la vida a mis hermanos era jugar al fútbol”, confesó sobre Richard y Leonardo que jugaron en el ascenso y Karen, que se sumó hace poco a Peñarol luego de jugar en Ceibal de Salto.
“Maxi era el más chico pero el que le pegaba más fuerte a la pelota, tenía que embocarle al arco nomás”, contó Carlos en una nota con Ovación antes de uno de los dos Mundiales que lleva jugados su hermano con la selección uruguaya (Rusia 2018 y Qatar 2022) a la que llegó con Óscar Washington Tabárez en 2017 mientras jugaba en Celta de Vigo.
“El día que me enteré que estaba citado, estaba cortando el pasto, estuve tres días llorando”, dijo Carlos, que no olvida los sacrificios que hicieron junto a sus padres para poder correr detrás de la pelota. “Mi viejo compraba un par de zapatos y lo tenían que usar los tres hermanos. Salía uno, se lo ponía el otro, y el otro. Cuando llegaron a Primera en distintos cuadros una vez Maxi tuvo que esperar a que viniera mi otro hermano con los zapatos para ir a jugar una final”.
Vorágine: llegó rápido a Europa y tuvo un buen paso por Celta
Ganas, confianza y condiciones, conjugaron para que Gómez tuviera un ascenso vertiginoso y en dos años pasara de debutar en Defensor a ser fichado por el Celta en la transferencia más alta para el club al momento y, una vez en Europa, llegara a vestir la Celeste. En esa época se vio al mejor Maxi según Eduardo Acevedo, quien lo conoce bien porque fueron campeones en el equipo de Punta Carretas.
“Lo quiero muchísimo a Maxi. Es el tipo más leal y derecho que puede haber, tiene un carácter especial y quiere ganar a lo que sea. Es de los jugadores que querés tener siempre”, afirmó el entrenador que no deja de sorprenderse por la situación actual del delantero.
Con 21 años, Maxi Gómez llegó a Europa y a la Celeste
Uruguay: Jugó dos Mundiales con la selección. 32 partidos y 4 goles. Ya fue citado por Marcelo Bielsa en las presentes Eliminatorias Sudamericanas.
En Europa: 31 goles en 75 partidos con Celta de Vigo y más de 100 partidos en Valencia. Decayó su nivel cuando llegó a Turquía y en su pasaje por Cádiz a préstamo.
Después de hacer 29 goles en 52 partidos en el Campeonato Uruguayo, Gómez se fue a Celta donde mantuvo el buen nivel pero las cosas comenzaron a cambiar con un nuevo destino.
“No quedé contento, no hice muchos goles. Quiero seguir y demostrar que soy el 9 que compró el Valencia”, dijo el propio Maxi Gómez de cara a su tercer temporada en el equipo Ché tras anotar 10 goles en su primera temporada y siete en la segunda. No era a lo que estaba acostumbrado el goleador que, mientras tanto, sumaba algunos pocos minutos con la selección uruguaya y había marcado un gol muy importante ante Chile en el Estadio Centenario pero su próxima experiencia no acompañó a potenciar sus condiciones.
Infierno turco: Trabzonspor no fue la mejor experiencia
El último gol oficial de Maxi Gómez data de abril de 2023 para el Trabzonspor de Turquía que pagó su ficha al Valencia. Gómez tenía contrato hasta 2025 pero rescindió en el último mercado luego de una cesión al Cádiz donde no convirtió en 33 partidos.
Aún así, en setiembre de ese año, Marcelo Bielsa lo convocó para sus dos primeros partidos en la selección uruguaya y hay quienes aún no le pierden la confianza.
“Es un desperdicio que no tenga equipo”, aseveró Acevedo. “Yo siempre digo que Maxi jugó siempre con el cuerpo y en Europa le han bajado varios kilos y los necesita para sentir su fuerza. Yo creo que es un jugador que, si se siente importante, te mata. Tiene que caer en un equipo donde no sea una figurita más. En la cancha quiere ganar, es un ganador. Está en un momento que tiene que desatar el nudo, nada más”.
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