Redacción El País
Después de trece años, Peñarol se metió otra vez entre los cuatro mejores equipos de la Copa Libertadores y nuevamente bajo el mando de Diego Aguirre. Tras eliminar a Flamengo en cuartos de final, en el partido de vuelta en el Campeón del Siglo, el entrenador y el futbolista Javier Méndez fueron los enviados a conferencia de prensa y el zaguero contó las claves del equipo aurinegro, la situación que lo llevó a apelar al autocontrol y qué le dijo al presidente Ignacio Ruglio cuando lo fueron a buscar y le quedaba un año más de contrato en América MG.

"La verdad que siento mucha felicidad por lo que logramos después de un trabajo muy duro en los dos partidos. Sabíamos que nos enfrentábamos a un rival poderoso pero se hizo un trabajo maravilloso. Les quitamos espacios y no supieron como entrarnos. Estuvimos atentos en todos los detalles. Ahora se puede ir a descansar tranquilos porque como le dije al profe, estoy muerto, me duele todo", admitió sinceramente Méndez y dijo, en conferencia de prensa, cuál es la clave del éxito que viene consiguiendo Peñarol en este torneo.

"Se ve mucha unión. El partido pasado que nos tocó quedar afuera apoyamos a los compañeros en el torneo local. Todos tenemos que estar preparados para aportar soluciones. La unión que venimos gestando desde el primer día es mucha y todos están creyendo y confiados de lo que se entrena día a día. Tenemos mucha confianza que transmitimos hacia afuera y el afuera hacia nosotros. Todo se va gestando en una dirección y ojalá siga creciendo", dijo el volante devenido en zaguero que tuvo que apelar al autocontrol por las emociones previas al partido y contó lo que les dijo a sus compañeros antes de salir a la cancha.

"Traté de manejar mucho el autocontrol. Sabía que iba a ser algo maravilloso. En Los Aromos se sentía ese nerviosismo, me aparte del celular y las redes sociales. Te desean suerte y que hay que ganar, ya sabemos. Desde que salió el ómnibus me enchufé con los auriculares y en lo que tenía que hacer. Cuando terminó el partido fue un afloje y un disfrute terrible. Las emociones te pueden sobrepasar y jugar en contra. Antes de salir les dije que esto lo generamos nosotros, disfrutémoslo, y al final del partido fue un afloje. Hubo muchas lágrimas que se colaron en el camino y mucho agradecimiento. Ojalá que este sueño no se acabe", manifestó Méndez, que nunca dudó cuando lo llamaron para jugar en el equipo aurinegro a pedido de Diego Aguirre.

Foto: Nicolás Pereyra | El País

"Como bien dijiste cuando me tocó volver a Racing, mi casa, fue algo de tomar impulso para volver a salir. Soy un agradecido y me lo tomé con mucho profesionalismo. Me tocó volver a salir y cuando estaba en Brasil que Diego quería que viniera no lo dudé ni un segundo y cuando hablé con Nacho Ruglio le dije, rescindo y me voy, quiero jugar en Peñarol. Agradecimiento a Diego que confió en mí, lo viví de otro lado y soy un agradecido con la gente que me ayudo cuando quise reencontrarme conmigo mismo y agarrar confianza. Es un momento de mucha felicidad y ojalá esto no se acabe más", volvió repetir emocionado el futbolista que analizó el partido ante Flamengo.

"Imaginé el partido así. Sabíamos el rival que íbamos a tener. Se trabajó en silencio. Cuando supimos el rival, con la calidad de jugadores que tienen, que van rotando el uno al otro, tratamos de hacer nuestro juego y lo que Diego tenía en mente. Teníamos plena confianza de que lo íbamos a lograr y con el gol en Brasil agarramos más confianza. Capaz no estuvimos finos en los contragolpes, nos jugó en contra la ansiedad pero se viene trabajando desde hace tiempo esta llave", confesó Méndez antes de que la conferencia de prensa culminara con unas referencias de Pepe Larriera hacia él. "Veía cosas en él, del Indio Olivera y además tiene una pinta bárbara", dijo quien fue invitado a tomar la palabra para definir a Diego Aguirre.