GRUPO B
El Pistolero dispuso de un penal en el minuto 96 y no perdonó. Así, puso fin a seis años sin poder convertir fuera de casa en torneos continentales.
Se terminó la maldición de Luis Suárez en Europa. Luego de seis años sin poder anotar jugando fuera de casa por Champions League, lo hizo este martes para darle la victoria 1-0 a Atlético de Madrid en la visita a Milan.
El colchonero empezó perdiendo con gol de Rafael Leão a los 19', empató Antoine Griezmann a los 84' y Suárez, de penal, le dio el triunfo al colchonero ante un Milan que jugó con 10 futbolistas desde el minuto 29.
El gol de penal más tardío
Según el estadístico MisterChip, el gol que convirtió Luis Suárez se transformó en el más tardío por la vía del penal en la historia de la Champions League para que se transforme en victoria de un equipo.
"Milan ha vuelto", decía una bandera en el estadio San Siro en la previa de este partido por el Grupo B. Desde 2014 que el club rojinegro no jugaba allí un partido de Champions y la fiesta empezó muy bien, porque ya a los 19 minutos el equipo ganaba y lo hacía bien ante un Atlético de Madrid sin juego colectivo, incapaz de hacerse con la pelota.
Durante al menos 75 minutos el equipo del Cholo Simeone fue dominado, incluso pese a estar en superioridad numérica. Pero si le falta juego al Atlético, le sobra corazón. Con empuje más que con juego empezó a arrinconar al Milan, lo metió contra su arco aprovechando que las energías empezaron a faltarle al equipo italiano y terminó dando vuelta el marcador.
Antoine Griezmann, que salió desde el banco, metió una volea de izquierda para empatar a falta de seis minutos para el final y luego una clara mano en el área le dio a Suárez la posibilidad de anotar el tanto de la victoria en el sexto minuto de tiempo añadido. Pero no debe haber sido fácil ejecutar ese disparo al Pistolero.
Llevaba 6 años y 12 días sin poder anotar jugando como visitante por Champions. El 16 de setiembre de 2015, en la campaña en que Barcelona defendía el título, había convertido por última vez fuera de casa en Europa. Fue en el 1-1 ante la Roma en el estadio Olímpico, por la primera jornada de la fase de grupos.
La lógica decía que le pegaría fuerte, a media altura y al medio para asegurarlo, pero no fue así. De hecho, no fue nada bien ejecutado el penal, porque sacó un tiro suave y bajo al medio del arco que pasó apenas al lado del pie izquierdo del arquero. Pero fue gol, el 2-1 y la primera victoria del Atlético en esta campaña de Champions, ya que había empatado 0-0 en casa con el Porto por la primera jornada.
Ahora sí, con la maldición rota, el Atlético puede confiar en que tiene goleador como para llegar lejos, aunque deberá mejorar su funcionamiento colectivo, llamativamente su punto débil.