MERCADO

Más allá de las diferencias que a veces pueden plantear los equipos grandes respecto al resto, el uruguayo suele ser un fútbol complicado porque muchas veces se torna cerrado y más cuando los equipos intentan mostrar el juego que buscó Peñarol durante 2021.
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En más de una ocasión el aurinegro dejó puntos porque los rivales se lo metieron atrás y no consiguió abrir los partidos de la forma esperada. Evitar que eso vuelva a suceder en 2022 es la idea de Larriera y por eso apuesta a que la institución pueda contratar otro “9”.

Por supuesto que el entrenador floridense todavía cuenta con Agustín Álvarez Martínez y con Ruben Bentacourt, pero la intención es la de contar con un futbolista de peso que pueda también arrastrar marcas para que al canario y al salteño le aparezcan más espacios.

Uno de los nombres que está sobre la mesa es el de Lucas Viatri (35), un viejo conocido en el club. En su primer pasaje marcó 18 goles en 69 partidos y fue clave precisamente abriendo partidos complicados, así como también colaborando y generando juego para sus compañeros en una faceta más parecida a la de un pivot que a la de un delantero de área.

Sus números durante 2021 son buenos si se tiene en cuenta que marcó cuatro goles en nueve partidos, pero estuvo mucho tiempo fuera de la cancha primero poniéndose a punto y luego por una lesión que lo llevó a perderse muchos partidos con Deportivo Maldonado. A favor de Peñarol es que ya conoce el club y el club lo conoce muy bien a él.

El otro nombre que aparece también es argentino y es el de Joaquín Larrivey (37). Bati, por utilizar buena parte de su carrera una melena similar a la de Gabriel Batistuta, es un delantero de mucha experiencia y que podría llegar en condición de libre tras su salida de Universidad de Chile.

En el equipo trasandino fue compañero de Cachila Arias y dejó su huella con 43 goles en 74 partidos disputados entre todas las competencias. Tanto en la temporada 2021 como en la 2020 terminó segundo máximo goleador del fútbol chileno con 20 y 19 goles, respectivamente.

Lejos de los 35 de Viatri y los 37 de Larrivey están los 25 de Maicol Cabrera que defendió a Danubio en la última temporada y que también es opción para reforzar el ataque aurinegro.

Su juego se caracteriza por la lucha dentro del área y los buenos movimientos aéreos, así como también le saca mucho provecho a su corpulencia en el mano a mano.

Con el franjeado marcó cuatro goles en 11 partidos y su anterior pasaje en el fútbol uruguayo fue en Cerro donde marcó nueve tantos en 29 duelos. Un “9” de mucha entrega y sacrificado para colaborar con sus compañeros de ataque.