Redacción El País
Los espacios no abundaban entre las líneas uruguayas ni las brasileñas, el partido por la fecha 12 de las Eliminatorias Conmebol en el Arena Fonte Nova de Salvador de Bahía era más físico que vistoso y las oportunidades de gol llegaban en cuentagotas.

Todo indicaba que el gol tenía que llegar desde alguna pelota quieta, por arriba o mediante algún zapatazo de afuera, y a los 10 minutos del segundo tiempo apareció un especialista en la materia para romper el cero: Federico Valverde.

Todos reclamaron una falta sobre Marcelo Saracchi en el vértice izquierdo del área brasileña, pero el Papo Maxi Araújo eligió seguir la jugada, aprovechó la ley de ventaja para meterse al área con pelota dominada y tocó atrás para el Pajarito, que con un control orientado hacia el medio se sacó a su marcador de arriba y desde la medialuna apuntó al arco.

El volante del Real Madrid remató fuerte y la pelota entró a media altura, contra el palo izquierdo del arquero Ederson del Manchester City, que estiró sus 188 centímetros de altura pero no llegó, y debió reincorporarse para ir a buscar la pelota adentro del arco.

Tanto los jugadores, el banco de suplentes y el puñado de uruguayos presentes en Bahía festejaron el gol con vehemencia, por lo que significa hacerle un gol a Brasil de visitante. Pero principalmente el propio Valverde, que por fin encontró un gol para la selección con la receta que más le gusta y que tanto lo ha hecho destacarse en el viejo continente.

Se trata del octavo gol del Halcón con la Celeste en ahora 67 partidos que tiene jugando para la selección. El primero fue aquel recordado gol en Asunción para ganarle a Paraguay en 2017 por Eliminatorias, en el que fue nada menos que su debut.

Por Eliminatorias hizo otros tres (en total, con el de hoy tiene cinco por esa competición), dos por partidos amistosos y uno en la pasada Copa América 2024 a Bolivia.