Redacción El País
El fútbol argentino siempre regala perlitas y la de este martes no fue la excepción porque el partido que jugaron Argentino de Merlo y Sacachispas es la cuarta jornada de la B Metropolitana la tuvo con una insólita expulsión.

El protagonista fue Leonel Ovejero, quien cinco minutos después de haber entrado al campo de juego, fue el autor de un hecho muy poco común en las canchas de fútbol.

En el Estadio Juan Carlos Brieva y a los 33 minutos del segundo tiempo mientras el encuentro estaba detenido por un golpe a un jugador, el árbitro principal Felipe Viola fue advertido por el cuarto de que había un futbolista orinando.

El futbolista intentó disimular la acción, pero el árbitro lo identificó y sin dudarlo se llevó la mano al bolsillo y lo expulsó de la cancha. Atónito, Ovejero se llevó las manos a la cabeza sin poder creer que dejó a su equipo con 10, a menos de 12 minutos para que termine el encuentro.

En la transmisión del partido, los periodistas dijeron que la acción fue vista por el cuarto árbitro, que fue quien alertó al principal para que tome cartas en el asunto y es por eso que Ovejero tuvo que dejar la cancha en medio de su desolación.

Ese encuentro terminó con un empate sin goles, sin demasiadas jugadas destacadas, pero con una insólita expulsión en el fútbol argentino. "Se bajó los pantalones y orinó", dijo la periodista de campo de juego, mientras que los comentaristas agregaron: "Dame toda la vida el ascenso".

Con este resultado la tabla del ascenso se mantiene casi igual, con Talleres (12) como único líder del campeonato con puntaje ideal en las cuatro primeras fechas, escoltado por Deportivo Merlo (8) y Fénix (7).