Redacción El País
Son muchísimas las repercusiones que se generaron después de la gran victoria de Peñarol ante Flamengo por 1-0 en el Estadio Maracaná por la ida de los cuartos de final de la Copa Libertadores. Cada vez que se cruzan estos dos rivales son partidos especiales y en la delegación fueron dos futbolistas que supieron derrotar al Mengao en 1982 en su casa: Walter “Indio” Olivera y Jair Gonçalves.

En las últimas horas Peñarol subió un video a las redes sociales en donde se aprecia como los dos campeones de América y del Mundo celebran el triunfo 1-0 del equipo que dirige técnicamente Diego Aguirre en Río de Janeiro. “Peñarol noma”, se escucha en el video y se ve cómo Jair agarra al Indio Olivera tras el final del partido.

El Indio Olivera trabaja para el club mirasol como director de relaciones institucionales, mientras que Jair Gonçalves fue invitado para poder acompañar a la delegación que viajó a Río de Janeiro para disputar el encuentro de ida de los cuartos de final de la Copa Libertadores.

Ovación le preguntó al brasileño qué siente al estar reviviendo conversaciones y momentos de su época como futbolista, donde compartió plantel con el Indio Olivera, afirmó: "En primer lugar me honra estar acá, no tiene precio esto. Estoy muy contento porque los jugadores y la directiva me hicieron un homenaje. Me siento bien acá y siempre Peñarol es mi casa. Nosotros somos carboneros natos y estoy acá para ser un hincha más de Peñarol".

El exfutbolista brasileño tiene actualmente 71 años de edad y es recordado por ser una de las figuras de aquella Libertadores —la cuarta del palmarés mirasol—, anotándole un golazo de tiro libre precisamente al Flamengo en el Estadio Maracaná, que valió el triunfo 1-0 en la segunda fase de grupos de aquel torneo, que evidentemente tenía un formato distinto al actual y supuso el pase a la final del torneo, que posteriormente le ganarían a Cobreloa de Chile.

Foto: Enrique Arrillaga.

Ovación le consultó qué recuerda de aquel partido y él respondió: "Fue increíble, jamás me lo voy a olvidar. Cuanto más miro aquel gol, más me asombro porque fue un zapatazo. Pero se entrenaba bastante eso con varias pelotas. Ese gol nos dio la posibilidad de ganar un partido decisivo para el grupo. Un partido se gana desde el arquero y aquel día nuestro arquero se atajó todo. Si Flamengo pateaba toda la noche, no iba a hacer el gol".