Además de por sus goles, Gabriel Omar Batistuta, es conocido por ser un hombre de campo. El delantero que dejó su huella en varios equipos del fútbol argentino y europeo y que también defendió con gloria a la selección argentina, da ejemplos de su pasión y su lujosa mansión es una prueba más que clara.

La misma, que el exfutbolista suele mostrar en sus redes sociales, cuenta con 129 mil hectáreas y está ubicada en Malabrigo, a pocos kilómetros de Reconquista, de donde el Bati es oriundo.

Allí vive y suele pasar mucho tiempo con su familia y con sus amigos a los que deleita con asados o que durante en época de calor disfrutaban de la piscina con la que cuenta.

“Para trabajar en el campo, tenés que estar preparado; hay que laburar por si viene la seca, hay que tener pozos de agua, hay que vacunar. Si no estás organizado, no es rentable para nada”, expresó el exdelantero en su momento.

Según un informe publicado por el portal argentino TN, la casa cuenta con su propio campo de golf, cancha de voley y espacio para realizar otros deportes. En la mansión no faltan tampoco los animales. Batistuta y su mujer, Irina Fernández, tienen caballos y también se dedican ala cría de ovejas, cerdos y gallinas.

El hecho de que la extensión del campo sea el mismo que de 177 canchas de fútbol sorprende, pero el Bati lo eligió para poder disfrutar de sus pasiones sin limitaciones, luego de lo que fue su sufrimiento durante muchos años con graves dolores en sus rodillas: "Me oriné en la cama, teniendo el baño a tres metros, porque no me quería levantar. Tomé un avión, fui a ver a un doctor y le dije: 'Córtame las piernas, que ya no puedo más'. Me dijo que estaba loco", contó sobre esa experiencia.

La mansión tiene un estilo antiguo y rústico, con mucha madera como elemento principal de decoración. En sus redes sociales, Batistuta supo mostrar algunos de los lugares más destacados de la casa en donde resaltan el amplio living y su estufa a leña.

Fotos: TN.

Batistuta debutó en Newells y luego pasó por River Plate y Boca Juniors, en el fútbol argentino. Emigró a Italia para defender a Fiorentina, Roma e Inter y luego cerrar su carrera en el Al Arabi de Qatar.

Con la selección argentina disputó tres mundiales (1994, 1998 y 2002) y fue campeón dos veces de la Copa América (1991 y 1993), así como también de la Copa Confederaciones (1992). Fue el máximo goleador de la Albiceleste con 54 goles hasta que Messi lo superó en 2020 y luego en 2022 le arrebató el récord de goleador histórico de la selección en Mundiales ya que la Pulga superó los 10 que tenía el Bati.