Redacción El País
Después de un 4-0 en la ida en el Campeón del Siglo, Peñarol sacó una buena ventaja ante The Strongest en la ida de los octavos de final de la Copa Libertadores pero con la difícil misión para el Mirasol de tener que definir en la altura de La Paz.

Los primeros 45 minutos fueron muy parejos, los dirigidos por Diego Aguirre inquietaron sobre el arco de Guillermo Viscarra con un tiro libre de Leonardo Fernández pero el Tigre comenzó a mejorar promediando la primera parte convirtiendo en figura al arquero Carbonero Washington Aguerre.

El empate sin goles era un gran negocio para Peñarol pero sobre el final de la primera mitad el árbitro Cristian Garay, de Chile, recibió un llamado del VAR para chequear un posible penal.

La jugada tuvo como protagonista a Leonardo Coelho, uno de los zagueros de Peñarol, y en la incidencia la pelota había dado en la mano del jugador brasileño.

Garay observó que, tras un centro al área y cuando Coelho estaba a la espalda de Enrique Triverio y abocado a su marca, el delantero cabeceó en primera instancia y la pelota dio en la mano derecha del zaguero de Peñarol que giró hacia su derecha acompañando el movimiento del atacante.

El árbitro del partido consideró que el jugador Mirasol extendió su brazo y que la pelota podía ir en dirección del arco para pitar la penal máxima donde el propio atacante argentino, Triverio, cambio por gol mandando la pelota a un palo mientras Aguerre eligió el otro.