Montevideo City Torque y la fidelidad a un estilo de juego que no se negocia

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Montevideo City Torque y Bahía en el Parque Viera. Foto: AFP.

COPA SUDAMERICANA

El equipo de Pablo Marini doblegó en la posesión de pelota a un rival brasileño, hizo méritos para ganar y dejó una buena imagen en la Copa Sudamericana.

Ni el baldazo de agua fría que cayó a los 9 minutos en el Parque Alfredo Víctor Viera ni la idiosincrasia del fútbol brasileño hicieron cambiar el libreto del Montevideo City Torque, ese equipo que volvió a demostrar que sin importar el partido ni el rival de turno, hay un libreto que respetar.

Y el equipo de Pablo Marini lo respeta siempre. Con aciertos y con errores, hay una idea clara de juego, un camino que se viene transitando y un rumbo fijo: atacar, pero no a cualquier precio.

Otra vez era una noche especial en una temporada especial para el club ciudadano que está haciendo su estreno en competencias internacionales de Conmebol y otra vez el equipo demostró que está a la altura de las circunstancias.

Luego de eliminar a Fénix en cruce de uruguayos, al Montevideo City Torque le llegó la hora de debutar en la fase de grupos y ante un rival extranjero, que como por si fuera poco, era brasileño.

Nada le impidió al equipo de Marini demostrar su estilo y si bien costó bastante porque tal como suele decirse en el fútbol el rival también juega, los celestes mejoraron su rendimiento en el segundo tiempo y generaron opciones como para llevarse el triunfo, pero no lograron conseguirlo.

Bahía salió a jugar con tres delanteros y de movida complicó. A los 9’ se puso en ventaja con una notable definición de Rodriguinho dentro del área y luego tuvo un par más de llegadas en las que bien pudo aumentar, pero no tuvo contundencia.

El complemento mostró otra cara de Montevideo City Torque. Crecieron los volantes, se soltaron un poco más y sorprendieron.

Marcelo Allende y Franco Pizzichillo se vistieron de centrodelanteros y a los 50 minutos protagonizaron dentro del área de Bahía la jugada que terminó con el sanducero mandando la pelota al fondo de la red para poner el 1-1.

El equipo de Pablo Marini quería seguir de largo y ese era su objetivo. Sin apartarse de su idea de juego ni de sus principios. Con paciencia y con los volantes como protagonistas, los celestes generaron alguna situación más y dominaron con la pelota a un rival brasileño, algo que muy pocas veces suele darse en un partido con equipos uruguayos. M.C. Torque tuvo un 64% de posesión de balón contra un 36% de su rival y eso habla a las claras de que los ciudadanos podrán ganar, empatar o perder, jugar bien o mal, pero son fieles a un estilo que hoy los tiene jugando la Copa Sudamericana.

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